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MADRID (Reuters) - España, uno de los países desarrollados con mayor índice de piratería online, cuenta desde principios de mes con una ley antidescargas cuyo efecto ha quedado totalmente diluido por el cierre del portal australiano Megaupload, que está desviando el tráfico desde las denominadas web de enlaces hacia las antiguas plataformas P2P.
Aunque su aplicación y eficacia están ahora mismo en entredicho, la incertidumbre que envuelve actualmente tanto a un consumidor ávido de contenidos audiovisuales como a las empresas que buscan cubrir esa demanda, podría propiciar el despegue de modelos de negocio acordes con la era digital si se aúnan intereses y se desarrolla una ley de propiedad intelectual profunda.
Las empresas del mundo digital esperan así señales más convincentes antes de lanzarse a explotar el mercado de los contenidos online, en el que están cosechando éxitos fuera compañías como el portal de cine Netflix o el servicio de música Spotify.
Juan Carlos Tous, presidente de Filmin, el Netflix español, y de Cameo Media, una página de internet para comprar películas en dvd, pertenece a este grupo.
"Internet tiene que ubicarse en la cadena de distribución. La película tiene que estar disponible antes y productores y distribuidores tienen que hacer un plan. No podemos cerrar contenidos, que no estén disponibles en ningún sitio... cada vez hay más gente dispuesta a pagar", dijo el mismo día en que entró en vigor la ley antidescargas, en unas conferencias del sector.
En el mismo evento, la directora del Instituto de la Cinematografía y las Artes Audiovisuales, Susana de la Sierra, recogía la misma idea de cooperación.
"Tenemos que tratar de vislumbrar entre todos modelos de negocio atractivos que combinen la protección de la creación, pero también el acceso a la cultura en condiciones razonables y legales".
Incluso entre las patronales de autores y los internautas, cuyas posiciones están muy encontradas, existe un denominador común: que el usuario pueda acceder a una oferta legal, amplia y de calidad en un país donde la mitad de la población reconoce haber descargado sin pagar contenidos audiovisuales de la red.
UNA LEY CON EFECTOS DESCAFEINADOS
La clausura de Megaupload por el FBI el mes pasado ha causado una reducción significativa del tráfico de las principales páginas de enlaces en España, precisamente a las que apunta la popularmente conocida como ley Sinde-Wert, que toma su nombre del apellido de los ministros de Cultura que la han desarrollado.
El impacto del cierre es relevante porque, según apuntó la consultora Deloitte en un reciente informe, España era el cuarto país con mayor acceso al portal de alojamiento de contenidos australiano, con un 7,2 por ciento del total de usuarios.
Páginas de enlaces como seriesyonkis.com o cinetube.es han visto cómo en el último mes sus visitas caían hasta el 45 por ciento, según el portal de mediciones de internet Alexa, un tráfico que se está dirigiendo ahora hacia antiguas plataformas P2P, que permiten el intercambio de archivos entre usuarios.
El caso de otra de las páginas más conocidas, pordescargadirecta.com, es algo distinto. Figura entre los más de 230 sitios denunciados ante la llamada Sección Segunda, y desde hace semanas se encuentra inactiva alegando motivos técnicos, aunque reconoció casi inmediatamente el duro golpe que supuso el cierre de Megaupload y se declaró abierta a transformarse en página de "par a par".
Por otra parte, permanecen ciertos interrogantes sobre la eficacia final de la ley antidescargas -que ha sido recurrida ante el Tribunal Supremo por varias asociaciones de internautas- debido a la jurisprudencia favorable en España a páginas que enlazan a contenidos protegidos por derechos de autor.
"Va a ser muy difícil cerrar o tratar de cerrar esas páginas en tanto en cuanto están sobreseídas legalmente", dijo Víctor Domingo, presidente de la Asociación de Internautas, una de las que ha recurrido la ley y solicitado su suspensión cautelar al Supremo, no en defensa explícita de estas web sino por las posibles consecuencias de la norma para la inversión y la libertad en internet.
"El problema no es el primer impacto que tenga (la ley antidescargas) ... Lo que realmente nos preocupa es la comisión, que cuando se ponga en marcha empiecen a tocar otras webs y afecte al resto de páginas .. porque el hipervínculo es la esencia de internet", añadió Domingo.
Mientras las patronales que representan a la tradicional industria audiovisual han abrazado como propia la ley, los internautas la han rechazado porque atribuye a un órgano administrativo facultades que podría comprometer principios básicos de la red de redes.
Aunque la ley no criminaliza en esta ocasión a todos los usuarios como hacía el canon digital, la Sección Segunda de la Comisión de Propiedad Intelectual puede retirar contenidos y hasta cerrar páginas web dentro de un proceso que dura aproximadamente un mes y en el que la figura del juez sólo aparece al principio y al final del mismo.
LAS CIFRAS QUE HACEN TEMBLAR A LA INDUSTRIA
La industria cultural española cifra las pérdidas causadas por las descargas ilegales de música y cine en miles de millones de euros. Según los últimos datos del Observatorio de Piratería y hábitos de consumo de contenidos digitales realizado por IDC, el fenómeno de la piratería en España alcanzó un valor de 5.229 millones en el primer semestre de 2011 (una décima del PIB nacional), casi cuatro veces el valor del consumo real.
De acuerdo con el mismo informe, sólo dos canciones y apenas 15 películas de cada 100 se descargaron de forma legal, mientras que la mitad de los libros consumidos fueron piratas.
José Manuel Tourné, director de la Coalición de Creadores e Industrias de Contenidos, el lobby que encargó este estudio, asegura que competir en estas condiciones es muy complicado.
"Hay no menos de 400 páginas webs de descargas legales, en las que muchas canciones son gratuitas, hay un número significativo de páginas de cine y ha habido otras ofertas que han tenido que cerrar por la falta de negocio: es competir contra un clon de ti mismo que, además, es gratuito".
INTERNET GOZA DE BUENA SALUD EN MEDIO DE LA CRISIS
De acuerdo con un estudio reciente de Deloitte, el cierre de Megaupload refleja la mayor presión de una parte de la industria para buscar un modelo de negocio sostenible a largo plazo. Según esta consultora, la consecuencia primera es que añade otra capa para el modelo de negocio: pagar por los contenidos mientras crece el interés en su distribución.
La demanda de estos contenidos es patente en España si nos ceñimos a las cifras de consumo legal e ilegal y se produce en un contexto de mayor visibilidad para los negocios en internet, a la que se accede cada vez con mayor frecuencia y movilidad gracias a las nuevas tecnologías.
Uno de los vectores que mejor refleja la importancia de internet para las empresas es la publicidad. Según datos recopilados por la consultora especializada Infoadex, la publicidad online movió en España más de 860 millones de euros en 2011, pisando los talones a la publicidad en prensa escrita (1.034 millones) y recortando distancias también año a año a la televisión (2.237 millones).
Del negocio online, más de 400 millones fueron por "banners", principal producto publicitario de las páginas de internet y por ende de las de enlaces, y los restantes más de 460 millones fueron por los llamados enlaces patrocinados, el negocio principal de Google. De hecho, el popular buscador de internet captó el 85 por ciento de esta última cifra, lo que supone casi duplicar la facturación por publicidad de las televisiones autonómicas el año pasado.
El crecimiento de los sectores tecnológicos, entre ellos los de internet, también está teniendo efectos positivos en términos de creación empleo en España, un país con cerca del 23 por ciento de su población en paro y con su economía virtualmente en recesión.
De acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística, el número de empleados en los sectores TMT (tecnología, medios y telecomunicaciones) creció en 2011 un 1,20 por ciento a 513.700 personas, en un marco de destrucción masiva de puestos de trabajo.
RATÓN DE LABORATORIO
Uno de los puntos más interesantes de la Ley Sinde-Wert es que coincide con un momento de intenso debate y activismo sobre la propiedad intelectual en todo el mundo, por lo que el impacto de la ley Sinde-Wert es observado con particular atención por propios y extraños.
La sacudida provocada en la red por el cierre de Megaupload justo después del parón de dos proyectos antipiratería en Estados Unidos (SOPA y PIPA) y el controvertido acuerdo internacional antipirateria ACTA -remitido por la Comisión Europea al Tribunal Europeo para comprobar que cumple con los derechos de la UE- se han convertido en "trending topic" en todos los rincones de un planeta plagado de tabletas, celulares inteligentes y conexiones de alta velocidad.
Distintas agrupaciones de internautas y gurús de internet han acusado a Estados Unidos, potencia mundial también en contenidos e internet, de haber orquestado el ACTA, suscrito por España, y la propia ley española.
El embajador estadounidense en Madrid, Alan D. Solomont, elogiaba esta misma semana que España ha sido el único país del mundo en implementar una acción tan decisiva contra la piratería en internet.
"Tanto para EEUU como para España el camino hacia la recuperación es la innovación, y la innovación necesita programas fuertes para proteger la propiedad intelectual", dijo.
En el último informe anual 301, elaborado por la Administración estadounidense y principal referencia mundial en la lucha contra la piratería, Estados Unidos dijo que sigue teniendo a España en el punto de mira, pero no dentro de su lista de máxima vigilancia mientras sigue con atención el devenir de la ley antidescargas.
/Por Jose Elías Rodríguez /
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