Cuando creíste que no veía
Cuando creiste que no veía, te vi poner mi primer dibujo en
el refrigerador, y quise pintar otro más. Cuando creíste que no veía, te vi
alimentar a un pájaro herido, y pensé que era bueno ser gentil con los
animales. Cuando creíste que no veía, te ví preparar mi pastel favorito, y
supe que pequeñas cosas son cosas especiales. Cuando creíste que no veía, te
escuché decir una oración, y creí que existe un Dios al que siempre le podré
hablar. Cuando creíste que no veía, sentí que me diste un beso en la noche,
y me sentí amado. Cuando creíste que no veía, vi lágrimas caer de tus ojos,
y aprendí que algunas veces ha cosas que duelen, y que llorar está
bien. Cuando creíste que no veía, te vi preocupada por mí y quise ser todo lo
posible que yo pudiera ser. Cuando creíste que no veía, vi… y quise decir
gracias… por todas las cosas que vi mientras tú creías que yo no estaba
viendo. Gracias mamá…
María Guadalupe
Quezada
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