Tal vez desconocemos qué es aquello, pero la vida siempre nos está trayendo todas las experiencias, así como el amor y el crecimiento, en abundancia. Se trata de confiar y de decir, sí. Pero para eso hay que dejar ir el miedo, la limitación, las creencias que nos dicen no a nosotros mismos y a los demás.
Por ejemplo: si te la pasás quejando de tu ex-marido, y de pronto dejás ir el tema y también esa situación de tu vida, ¿te quedaría algo de qué hablar? ¿Realmente querés hablar de eso, o es el quejarte lo que querés ejercitar?
Es que a veces confundimos el estrés con un tema, y en realidad, es solo queja, y esa queja no te deja conocerte. La queja no te deja ir profundo, la queja está diciendo siempre en silencio subterráneo, pero con actitud firme: "pobrecita yo".
Tenés que ver esto para elegir cambiarlo, mover el estrés y empezar a hablar de otra cosa. Cambiá de tema, solo negate a seguir dejando caer automáticamente la púa (aquella del tocadiscos, ¿recuerdas?), dejá de permitir que caiga siempre en la misma canción, esa canción melancólica que te recuerda aquello y te trae el llanto por lo perdido y que nunca volverá, ¡tal vez hace 20 años ya de eso!..., (te reirás, pero sabés que es así, es lo que generalmente hacemos,¿verdad?).
Entonces, a cambiar, si no podés cambiar de canción, cambiá de disco, y si no, podrás usar el MP3 y cargarlo de canciones nuevas.
Estas cosas sirven mientras tengamos aún restos de alguna emoción que ese hecho nos mueve, y entonces nos ayuda a limpiarlo, pero a veces, de tanto hablar del tema, de tanto pensar y enfocarnos en eso, provocamos el drama desde lo intelectual, desde analizarlo de adentro-afuera-de cabeza-a los pies. Pero hasta que no decidas dejarlo ir, estarás permitiendo que te influya.
De esta manera, vas a comenzar a hacer espacio interno para lo nuevo, para que vibre lo que experimentes en cada momento. La propuesta de soltar lo viejo y dejar que crezca lo nuevo, es que crezca el amor en ese espacio.
Ese amor vibra y es amor a uno mismo, amor incondicional, en unidad con
todo lo que es, que te permite apreciar, que te permite agradecer, que te permite amar.
Recuerda, la conciencia evoluciona. Sin cambio, no hay evolución.
¡Que liberador es estar vacío! No tener opiniones, ni ideas, ni límites, ni resistencias.
El decir sí al Universo, el decir sí a toda la creación desde un lugar dichoso, surge de abrazar la vida sin interferir, surge de la dulce entrega a lo que es, de enamorarse de la propia realidad actual.
Esta es una verdadera historia de amor, el amor de un individuo por la vida misma, por sí mismo, por la dicha de ser.
(almaalada.com)