Una noche fría en nuestra habitación se confundió el amor con lo material, tu mirada congeló mi corazón, pero tus palabras como puñal atravesaron mi alma, no podía creer que tu mi amor me podías secar. Herir sin ninguna forma de volver atrás, tus caricias torpes llegaron tarde ya todo estaba escrito, ni el amor puede sanar una herida así, repetías en vano lo siento, pero ya la suerte estaba echada |