Mami querida, nunca podré decirte con palabras lo que te quiero.
Eres la mujer fuerte de la Biblia. Has criado 6 hijos con amor y
sacrificio porque no siempre la vida fué fácil.
En tu cara siempre una sonrisa, un guiño cómplice con nuestras
travesuras cuando niños y la palabra justa cuando hemos necesitado
consejo de mayores y no sabiamos bien por donde andar.
Siempre te recuerdo cantando en la cocina porque nos enseñaste a
amar la música y fuiste nuestra maestra de baile. ¡Que bien lo
pasábamos aprendiendo de tí y papá a bailar rock!
Supiste sobrellevar con entereza y escondiendo tu pena la muerte
de Silvia que con 15 años se mató un verano maldito con su motocicleta.
Ahora llevas en tu corazón el miedo por tu hijo que está lejos cumpliendo
con su deber como militar. Pero siempre sigues sonriendo.
Mami.... me gusta seguir llamándote así como cuando era chica.
Por favor no nos faltes nunca porque yo no se que haría sin tí.
Y perdoname si en algún momento no se demostrarte cuanto te
quiero, ya sabes que soy algo arisca pero, ahora que yo también soy
madre, me doy cuenta de lo que se siente en el corazón cuando mi
hija me mira y se acurruca contra mi pecho.
Te quiero madre mía, para mí la más guapa, la más entregada, la
que nos hace felices a todos solo con verla aparecer.
Que Dios te bendiga y te proteja siempre.
Tu hija
Virginia
|