Iban caminando un viejo, un niño y un burro. Al pasar cerca de unos que trabajaban en una pequeña construcción de ellos le voceó: “Que par de pariguayo, con un burro ocioso y andando a pie… Soy yo y me en el burro”.Acto seguido, el viejo monta al niño en el burro y siguen su camino. No habían avanzado media cuadra cuando una señora comenzó a quejarse: “Pero y qué seto!!! Eta juventú tá perdía!!! En mi tiempo no se veía una cosa así!!! Mira eso, un jovencito, fuelte, con toa su vida pol delante muy montao en su burro y el pobre viejo a pie, no pero eto no puede se!!!. El viejo incómodo por los comentarios decide bajar al niño del burro y se monta él.
Siguen caminando y esta vez se encuentran con unas señoras y una de ellas opina: “No pero qué viejo más abusador, no protege al niño y lo deja a pie para montarse él, no sabe que los niños son el futuro? Que si nadie los protege, qué sería de nosotros en el mañana? El viejo, quillao, decide montar al niño en el burro y seguir su camino. “Ahora si es verdad que dejarán de criticar y opinar, ahora vamos los dos en el burro…”
No había terminado de pensar ésto cuando un grupo de jóvenes que venía del colegio se acercaba… Y uno de ellos opinó: “Pero en ete paí nadie protege a lo animale!!! Como no pueden defenderse abusan de ello, mira a eto do, montao en ese pobre burro que no puede ni con su vida!!!
Moraleja: Es totalmente IMPOSIBLE complacer a TODO el mundo… Hay que ser como uno es moléstele a quien le moleste porque de todas formas la gente NUNCA estará conforme.
Una persona que dice “yo soy como el otro quiera” no me merece la más mínima confianza porque me está diciendo que es un farsante, que cambia la careta constantemente.