Página principal  |  Contacto  

Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

Amigos de Gabito
¡ Feliz Cumpleaños Dresner !                                                                                           ¡ Feliz Cumpleaños Xx Spawn xX !                                                                                           ¡ Feliz Cumpleaños moriajoan !                                                                                           ¡ Feliz Cumpleaños aletseselarom !                                                                                           ¡ Feliz Cumpleaños Mayi !                                                                                           ¡ Feliz Cumpleaños Ŀonely !
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 ▬ღ▬ღ▬ღ▬ღ▬ღ▬ღ▬ღ 
 "Reglamento del Grupo" 
 " General " 
 " Poemas " 
 "Administración" 
 " Comparte Ayuda " 
 Sugerencias ,Quejas , Comentarios 
 ▬ღ▬ღ▬ღ▬ღ▬ღ▬ღ▬ღ 
 ►► Paneles todo PSP 
 Tutoriales aprendizaje 
 ►► Materiales 
 ►► Todo para Fondos 
 ▬ღ▬ღ▬ღ▬ღ▬ღ▬ღ▬ღ 
 Ofrecimientos y entregas 
 " Buzones " 
 Comunidades Amigas 
 Responder Mensajes 
 ▬ღ▬ღ▬ღ▬ღ▬ღ▬ღ▬ღ 
 
 
  Herramientas
 
General: No sentirse solo frente a los problemas.-
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 3 en el tema 
De: marianela 50  (Mensaje original) Enviado: 02/09/2012 08:56

1/9/2012
No sentirse solo frente a los problemas
El 32% de las personas manifiesta carecer de vínculos emocionales 
para resolver sus conflictos.Una señal que muestra hacia dónde hay
 que focalizar la ayuda

  
Por Micaela Urdinez | LA NACION Sábado 01 de septiembre de 2012 | Publicado en edición impresa 


Hay diferentes formas de dar
Y en el arte de donarse al otro, es clave poder poner el foco en empatizar con sus necesidades. En un contexto socioeconómico en el que la pobreza estructural se aferra con uñas y dientes y la inflación ya instaló su catre en las viviendas más precarias, es razonable que se priorice la ayuda vinculada con los aspectos materiales o económicos. El único riesgo es perder de vista justamente aquello que motivó el acto de generosidad: la persona beneficiada. Con motivo del Día de la Solidaridad -que se celebró el 28 de agosto- vale la pena repensar qué porcentaje de las acciones sociales se dirigen a calmar las carencias emocionales de los demás, esas que en definitiva son las que minan el alma.Porque más allá del tener o no tener y de los diferentes desafíos que cada uno tiene que enfrentar en su día a día, no existe peor calvario que la vida en soledad. Lamentablemente - y a pesar del inmenso esfuerzo del sector social y de la comunidad en general- todavía 3 de cada 10 argentinos afirman no contar con gente que lo ayude ante un problema: hacia allí habría también que apuntar todos los cañones de la solidaridad. Este dato surge del informe 'Asimetrías en el desarrollo humano y social (2007/2010-2011)' del Barómetro de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (UCA), que sostiene que este porcentaje aumenta a un 41,7% en el estrato socioeconómico inferior y un 35,8% en una villa o asentamiento precario. 
Lazos de amistad 
'Los lazos de amistad y la percepción de poder contar con otro que lo acompañe y comparta las alegrías y tristezas, tienen efectos favorables sobre la salud y aumenta la capacidad de los individuos de poder hacer frente a los problemas. Tales lazos brindan a las personas un sentimiento de seguridad, al tiempo que inciden de manera determinante sobre el propio bienestar del sujeto', sostiene Solange Rodríguez Espínola, co-autora de ese informe. 
*** 
Esta realidad que afecta a todos los sectores, sin importar la clase social, toma una mayor envergadura en los contextos más vulnerables. Porque a condiciones desfavorables como la precariedad laboral, el hacinamiento, el bajo nivel educativo y los bolsillos flacos, hay que sumarle la falta de una contención emocional que les de la fuerza necesaria como para salir adelante frente a la adversidad. Es así que lugares como las villas o los asentamientos precarios se transforman en espacios ideales para cualquier tipo de gesto humano: una oreja, una mano, una caricia, una mirada, un abrazo? Todas estas acciones son las que -en mayor o menor medida- llevan adelante los líderes y organizaciones sociales que trabajan en ese territorio. 'La problemática por la que más consultan las madres es el maltrato corporal y nosotros vemos que los chicos vienen marcados, abusados por los padres o padrastros. También recurren a la escuela para saber cómo sacar el DNI, por problemas de conducta de sus hijos o para pedir datos sobre dónde realizar trámites o denuncias. Te transformás en una oreja que los escucha y trata de asesorarlos', sostiene Graciela Llantada, directora de la Escuela N°25 Bandera Argentina, de Retiro. Es que según la Encuesta de Condiciones de Vida y Vinculación con las OSC (2011) del Programa de Sociedad Civil y Desarrollo Humano de la UCA, los maestros, médicos y sacerdotes son las personas que gozan de mayor confianza entre los habitantes de las villas (82%, 90%, 72%, respectivamente). Le siguen los vecinos y trabajadores sociales con un 58%, y luego los dirigentes sociales con un 38%. 
Los planes sociales 
Precisamente, este vínculo es el que Llantada construye día tras día, cuando sentada en su escritorio, escucha los avatares de las familias de los 565 chicos de 1° a 7° grado que están bajo su cuidado. Todas viven en la villa 31 bis de Retiro, subsisten gracias a los planes sociales y las changas, tienen un promedio de 8 hijos en la escuela, en su gran mayoría son oriundas de países limítrofes, y 1 de cada 3 de los padres son analfabetos. 'El otro día dos chicas no vinieron a clase y cuando llamamos a sus casas nos enteramos que se habían rateado. Ahí una de las madres me empezó a contar que no podía controlar a su hija, que hacía lo que quería y yo le sugerí que fuera a la salita médica a consultar a la psicóloga para que le diera algunos consejos de cómo manejarla', agrega Llantada. Gary Huarachi (24) y Cecilia López (25) están juntos hace 8 años y tienen dos hijos de 6 y 3 años. Se conocieron en la escuela secundaria y hoy viven en la villa 31 en una casa que antes era de la madre de Gary que se mudó a Lanús. Ambos terminaron el Profesorado de Nivel Primario en el Normal 1 y hoy trabajan en la Escuela N° 25. El es maestro de grado de nivelación y ella maestra de 3er grado. 'Más allá de la discriminación que siempre está, hay una fuerte autodiscriminación porque los adolescentes no ven mucho futuro, no tienen esperanzas ni expectativas. Viven el día a día y nosotros queremos mostrarles que se puede estudiar. Para los chicos saber que el 'profe' vive en el barrio es un incentivo. Los alumnos tienen muchos problemas económicos, pero lo que más veo es una falta de contención emocional', cuenta Huarachi. Cecilia, por su parte, sostiene que la gran mayoría de la gente del barrio es trabajadora y confiesa que le molesta cuando escucha decir que la gente de la villa vive de los planes sociales. 'Hay mucha gente de trabajo que lucha por darles un futuro mejor a sus hijos. Mi mamá cuidaba a mujeres enfermas y mi papá fue albañil y ahora es portero. Tuve la suerte de tener unos padres que me quisieron mucho y nos inculcaron el deseo de ser mejores', explica Cecilia. El hecho de que los padres tengan que estar trabajando hasta tarde para llevar la comida a la mesa trae como consecuencia que estén poco presentes y que los chicos pasen mucho tiempo solos. 'Esos padres no fueron contenidos ni aprendieron a contener. Pero además, no tienen tiempo para ir a consultar por ejemplo al único psicólogo que hay en la salita o de llevar a sus hijos al psicopedagogo', concluye Llantada. 
*** 
Según el último informe de la UCA sobre la vida en las villas, frente a un problema de cualquiera de los miembros de la familia, la casi totalidad de los encuestados dijo que tratan de resolverlo en primer lugar ellos mismos (97%), más de la mitad indicó que recurre a familiares no convivientes y en menor proporción a los amigos (54% y 39%, respectivamente). A ellos le siguen los curas en un 31%, sus vecinos en un 23% y por último los compañeros de trabajo y las organizaciones sociales con un 14%. Sin embargo, el mismo trabajo sostiene que la sociabilidad horizontal -basada en las relaciones interpersonales de reciprocidad, confianza y afecto- forma un entramado de relaciones que alcanza al 70% de la población de las villas que da o recibe apoyo emocional y un 50% que recibe o da préstamos de dinero, intercambia ropa y alimentos, colabora con los demás en las tareas domésticas y ayuda a encontrar trabajo. 'En la villa existe un modo de socialización mucho más rico que en el resto de la ciudad.Tiene que ver con la cultura, pero también con el poco espacio que existe. La mayor parte de la vida se da en los pasillos y eso hace que se entablen vínculos muy estrechos. Por eso tienen una vida familiar y social muy fuerte. Es muy raro encontrar gente sola en la villa. Hasta la gente de la calle tiene nombre y una historia. Todos se conocen entre todos, porque además se da que son varias generaciones de grandes familias conviviendo que después dejan su legado', sostiene el Padre Carlos 'Charly' Olivero, cura de la parroquia Nuestra Señora de Caacupé, de la villa 21-24 de Barracas. Allí escucha hablar de problemas vinculados con la violencia, la delincuencia, las drogas, la falta de trabajo, la salud mental o el mal estado de las viviendas, entre otros. 'Nosotros escuchamos y recibimos a todos. Para que te des una idea nos ocupamos de temas tan variados como mandar a probar a un chico a Racing o del problema de que el tren pasa a medio metro de las casas y entonces se rompen las cloacas', cuenta Olivero, mientras los chicos que asisten al Centro Padre Hurtado para recuperarse de su adicción al paco, hacen cola para hablar con él. En cuanto a quiénes son los referentes a los que recurren las personas de la villa para buscar ayuda, el 'manito' (una abreviatura de hermanito que utiliza cariñosamente la gente del barrio para llamarlo) afirma que son los que pueden mostrar un compromiso más allá de su función. Y allí aparece en primer lugar la Iglesia, producto de la ausencia del Estado, la religiosidad que está impregnada en la cultura popular y también por el descrédito que existe hacia los punteros. 
• La salita 
'La salita atiende unas horas durante el día y los fines de semana que es cuando surgen los problemas está cerrada. Puede ser que los vecinos consigan tener alguna charla de confianza con algún profesional o maestro pero difícilmente ellos puedan gestionar soluciones más allá de su función. En cambio, los líderes sociales sí son referentes en sí mismos. Por ejemplo, Leticia del Comedor Amor y Paz es una referente que está hace años, no es ambiciosa y no busca para ella. Además como vive en el barrio tiene los mismos problemas que ellos y puede seguirlos'. Para Olivero la villa es un barrio cerrado en sí mismo y eso tiene como contrapartida negativa que no aparezcan otras instancias de respuesta a los problemas. 'Por ejemplo, cuando se acaban las vacantes en el jardín de infantes y 8 chicos se quedaron afuera, no se les ocurre otra solución como mandarlos a alguno fuera del barrio. Esos chicos pierden el año. La villa tiene una pertenencia y por eso busca resolver sus problemas adentro. Pero el aspecto positivo de la villa es que su socialización es mucho más fuerte que en cualquier otro lugar. Las personas se crían juntas como si fueran del mismo pueblo, se ayudan a construir las casas entre ellos porque hay un modo de ser social muy especial en el barrio', concluye. 
*** 
Casa de Galilea 
Cuando a principio de 2009, la ONG Casa de Galilea abrió su Programa de Atención Psicológica para atender a la población de La Cava, en San Isidro, pensaron que no iban a tener buena respuesta. Sin embargo, a fines de ese año, ya tenían una lista de espera de dos meses. 'Estamos justo en una de las puertas de acceso al barrio y eso ayuda. Las primeras en acercarse fueron las madres y abuelas por temas de maltrato familiar, duelos y pérdidas, desnutrición, adicciones o problemas de aprendizaje en los chicos. Después empezamos a tener muchas consultas de niños que nos abrían al espacio familiar para ver que todos los vínculos estaban teñidos por la violencia física, psicológica, el maltrato y el abuso', cuenta Flavia Crupi, titular del Programa que se lleva adelante en convenio con el Centro Oro. Para ella, elementos como el hacinamiento y la insatisfacción cotidiana con la que tienen que lidiar esta familias, juegan como caldo de cultivo para exacerbar la violencia doméstica. 'En las casas hay un espacio único en el que se come, se duerme, se cocina y se hace la tarea. La violencia en esta población está potenciada porque la frustración necesita ser canalizada de alguna manera', explica Crupi. Entre las personas que funcionan como referentes en la villa, la doctora señala en primer lugar al operador barrial, una persona que trabaja en Casa de Galilea, pero que además vive en el barrio. 'Ellos funcionan como intermediarios entre el adentro y el afuera y son las personas a las cuáles recurren los vecinos a la hora de compartir sus problemas emocionales, sociales o económicos. Otra figura muy particular y prestigiosa es la abuela porque en general es la dueña de la casa en la que se acomodan las generaciones siguientes. Funciona como autoridad y como sostén económico. El otro referente fuerte es la Iglesia y cuando existe un buen profesional es el pediatra o el médico. El problema es que rotan mucho', explica Crupi, sentada en el consultorio ubicado en la primera planta de la ONG. En el pasillo, los vecinos esperan pacientes su turno para poder charlar con la profesional, que además de escucharla y contenerla, intentará convertirlos - a través del tratamiento- en agentes transformadores de su entorno. 'Nosotros no podemos llegar a todos, entonces buscamos que los pacientes cambien su manera de vincularse con su familia y con el barrio. Hemos tenido casos de madres que han terminado los estudios y que han modificado positivamente su espacio de influencia', concluye. 
Zunilda Frutos 
Zunilda Frutos es consciente de los peligros del barrio y de sus limitaciones, pero sin embargo se siente una persona afortunada. Hace 32 años llegó a La Cava desde Chaco siguiendo a su hermana Lucía para trabajar como empleada doméstica y hoy trabajan juntas en Casa de Galilea como cocineras. 'La violencia está en todos lados. Cuando yo recién llegué uno podía salir tranquilo por el barrio o dejar a sus hijos jugando solos en el pasillo. Ahora no podemos salir ni los grandes', se queja Zunilda, madre de 6 hijos y abuela de 4 nietos, mientras hornean un bizcochuelo en la cocina de la ONG. Sus cuatro hijos varones dejaron el secundario, pero todavía tiene fe en que alguna de sus dos hijas termine la escuela. El sostén económico de la casa lo proporcionan su marido y tres de sus hijos que trabajan en la misma fábrica y ella que cobra por su función de cocinera. No pierde las esperanzas de ser beneficiaria algún día de una vivienda social, está colgada de la luz y tiene problemas con las cloacas. A pesar de las carencias materiales, Zunilda muestra una enorme sonrisa mientras revisa - de forma intermitente - la consistencia de la masa. Allá por 2001, en plena crisis económica, ella encontró en Casa de Galilea la contención que estaba necesitando y hoy se mueve en la entidad como si fuera su segundo hogar. 'Empecé a ayudar en el comedor como contrapartida del Plan Trabajar y me propusieron venir a la institución. Acá me siento como en casa porque aprendo mucho, desde cocina hasta catequesis. También hacemos de maestras o acompañamos a los chicos de campamento', dice Zunilda mientras su hermana Lucía asiente con la cabeza, respaldando el comentario, a la vez que agrega: 'La necesidad en el barrio es mucha. Hay chicos y abuelos que viven en la calle pero por suerte existe mucha ayuda de Cáritas, la iglesia y de Casa de Galilea. Acá uno sólo sobrevive con otros'. 
COMO COLABORAR: 
 Casa de Galilea | www.casadegalilea.org.ar 
 Centro Padre Hurtado | (011) 4866-2422 
 Escuela N° 25 Bandera Argentina | (011) 4312- 7793. 

LA NACION

                                                    ,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,





Primer  Anterior  2 a 3 de 3  Siguiente   Último  
Respuesta  Mensaje 2 de 3 en el tema 
De: SEHILA Enviado: 02/09/2012 19:20
'Los lazos de amistad y la percepción de poder contar con otro que lo acompañe y comparta las alegrías y tristezas, tienen efectos favorables sobre la salud y aumenta la capacidad de los individuos de poder hacer frente a los problemas.
CIERTO AMIGA.FELIZ SEMANA
Y BESOS

Respuesta  Mensaje 3 de 3 en el tema 
De: marianela 50 Enviado: 03/09/2012 06:47





 
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados