Dios de misericordia y de amor, ponemos en tus manos amorosas a nuestros hermanos. En esta vida Tú les demostraste tu gran amor; y ahora que ya están libres de toda preocupación, concédeles la felicidad y la paz eterna. Su vida terrena ha terminado ya; recíbelos ahora en el paraíso, en donde ya no habrá dolores, ni lágrimas ni penas, sino únicamente paz y alegría con Jesús, tu Hijo, y con el Espíritu Santo para Siempre.
Dios de misericordia y de amor, ponemos en tus manos amorosas a nuestros hermanos. En esta vida Tú les demostraste tu gran amor; y ahora que ya están libres de toda preocupación, concédeles la felicidad y la paz eterna. Su vida terrena ha terminado ya; recíbelos ahora en el paraíso, en donde ya no habrá dolores, ni lágrimas ni penas, sino únicamente paz y alegría con Jesús, tu Hijo, y con el Espíritu Santo para Siempre.
Dios de misericordia y de amor, ponemos en tus manos amorosas a nuestros hermanos. En esta vida Tú les demostraste tu gran amor; y ahora que ya están libres de toda preocupación, concédeles la felicidad y la paz eterna. Su vida terrena ha terminado ya; recíbelos ahora en el paraíso, en donde ya no habrá dolores, ni lágrimas ni penas, sino únicamente paz y alegría con Jesús, tu Hijo, y con el Espíritu Santo para Siempre.
Dios de misericordia y de amor, ponemos en tus manos amorosas a nuestros hermanos. En esta vida Tú les demostraste tu gran amor; y ahora que ya están libres de toda preocupación, concédeles la felicidad y la paz eterna. Su vida terrena ha terminado ya; recíbelos ahora en el paraíso, en donde ya no habrá dolores, ni lágrimas ni penas, sino únicamente paz y alegría con Jesús, tu Hijo, y con el Espíritu Santo para Siempre.