De repente me percaté que en mi vida, llena de ansias de amar, llena de soledad, de este vacío tan incomprensible, viendo el tiempo pasar y mi corazón con mil deseos de entregar todo este amor, toda esta pasión, encerrados por casi tres años, en el momento menos esperado mi corazón dio un vuelco de emoción, se llenó de esperanzas, brotó la ternura, las ansias locas de recibir y dar amor, y no recibí que tan cerca o tan lejos, tal vez, pero ahí estabas tú.
Ahí estabas tú, ofreciéndome todo lo que necesitaba, amistad, amor, comprensión, pasión, ternura y un sinnúmero de cosas lindas. Gracias mi amor porque aunque en tu vida no puedo estar, pero yo sé que ahí para mí, tú estás.
Gracias mi Sam por enseñarme de nuevo que puedo amar. Siempre seré tu Gatita.