El 11 de abril es el Día Mundial del Parkinson, en reconocimiento al médico que describió por primera vez la enfermedad a la que él llamó "parálisis agitante", James Parkinson.
Temblor, lentitud del movimiento, rigidez son los síntomas característicos, pero actualmente la enfermedad se caracteriza también por los llamados síntomas no motores: depresión, trastornos del sueño, constipación, apatía, trastornos del olfato. “En general estos síntomas no se interpretan como parte de la enfermedad, por eso no son diagnosticados de manera temprana y por lo tanto no reciben tratamiento oportuno”, señala el doctor Oscar Gershanik, Director Científico de INECO y del Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro. El dato a tener en cuenta es que los síntomas no motores se presentan varios años antes del desarrollo de los síntomas motores.
El aumento de la expectativa de vida mundial hará que la incidencia del Parkinson aumente en los próximos años y se estima que el número de pacientes se duplicará en los próximos 30 años. Una de cada diez personas es diagnosticada antes de los 50 años. En la Argentina habrían 80.000 pacientes con la enfermedad. Muchas veces los síntomas se confunden con otras dolencias, un dolor en el brazo puede derivar en una consulta traumatológica, tratamiento kinesiológico y ante la disminución en la movilidad el kinesiólogo deriva al neurólogo al paciente. Los pacientes pueden demorar 3 a 5 años en recibir un diagnóstico adecuado.