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LA ACEPTACIÓN O PAZ INTERIOR
Entendemos este estado de ánimo como diametralmente opuesto al del resentimiento. Es como la otra parte de un contínuo en el proceso de superación del resentimiento. Exige una expresión de reconciliación. Decimos estar en paz cuando aceptamos vivir en armonía con las posibilidades que nos fueron cerradas. Estamos en paz cuando aceptamos las pérdidas que no está en nuestras manos cambiar. La única manera de superar el resentimiento es a través de la aceptación y, desde ahí, hay únicamente dos caminos: el perdón o la reclamación.
El proceso de aceptación requiere los siguientes pasos:
1. Aceptamos las puertas que nos fueron cerradas, independientemente de las causas
2. Aceptamos las pérdidas de lo que no está en nuestras manos cambiar, ya se ha producido y poco podemos hacer.
3. Aceptamos que podemos cambiar lo cambiable, sin el lamento amargo e inútil de lo que no podemos cambiar. El lamento continuo no te lleva a ninguna parte. Si te puede llevar a resentimiento permanente.
4. El proceso de reclamación, por su parte, tiene también de una serie de pasos que han de ser dados:
1. Tú me prometiste “X” y no has cumplido
2. Eso me ha provocado el daño “Y”
3. Yo creo que tú eres responsable de ese daño y yo te perdono por lo que has hecho
4. Te pido que, para reparar el daño, hagas A,.....
5. (si la otra persona acepta): Gracias. Si no, habrá que negociar (si es posible).
Todo este proceso debe ser explicito, es decir hablado, comunicado, buscando espacios de diálogo y de comunicación formal e informal.
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