El cuerpo humano es el templo del espíritu interno y cada etapa de la
expansión de conciencia produce el correspondiente desarrollo en el cuerpo físico.
Desde el punto de vista de la anatomía oculta, el pan consagrado representa la nueva
fuerza vital que se ha producido en el cuerpo como consecuencia de la conservación
y transmutación de la sagrada fuerza creadora.
El Cáliz o Santo Grial representa el nuevo órgano etérico que ya ha
comenzado a formarse en el cuerpo de los pioneros de la Nueva Era. Este órgano
tiene su centro de poder en la laringe, la cual se convertirá en el instrumento para
pronunciar la Divina Palabra Creadora. Este poder se habrá adquirido cuando la
fuerza vital creadora, centrada ahora en la base de la espina dorsal, haya sido elevada
hasta su punto más alto, en la cabeza, y el proceso físico creador se haya sublimado
en su contraparte espiritual.
El "cáliz de la flor" o nuevo órgano espiritual que se está formando ahora en la
garganta, formará un eslabón que conectará directamente la cabeza y el corazón, con
el resultado de que el hombre será capaz de pensar con el corazón y de amar con la
cabeza. Este nuevo órgano le permitirá recuperar la memoria de las vidas pasadas.
Esta recuperación no será entonces más difícil de lo que ahora resulta recordar
acontecimientos acaecidos algunos años atrás en esta vida. Cristo se refería a este
desarrollo cuando dijo: "No beberé más del fruto de la vid hasta el día en que lo beba
de nuevo en el Reino de Dios".
El significado oculto del Santo Grial ha sido el mismo a través de los siglos,
como bien indica la siguiente cita de Apuleyo, filósofo romano del siglo segundo.
Describiendo esa copa como simbólica del órgano en desarrollo en la garganta, dice
que, en la procesión de los Misterios, "uno transportaba un objeto que alegraba el
corazón, un invento exquisito, sin comparación con ninguna criatura viviente,
hombre, pájaro o bestia: un maravillosamente inefable símbolo de los Misterios, para
que fuera contemplado en profundo silencio. Tenía la forma de una pequeña urna o
copa de oro bruñido; su tallo se prolongaba lateralmente, proyectando como un largo
riachuelo; a su alrededor culebreaba una serpiente de oro, doblando su cuerpo en
ondas e irguiéndose".
El vástago o tallo de este órgano, en forma de copa, está formado por la
esencia del fuego kundalini de la espina dorsal, cuando se eleva, como una serpiente,
hacia la garganta y la cabeza, y se convierte en el cáliz de una luminosa flor. La
serpiente es un símbolo universal de la sabiduría arcana. Por eso al iniciado se le
llamaba "serpiente" en los misterios egipcios. En la Escuela Cristiana se le denomina
"Hijo del Hombre" y, cuando los Misterios que ella enseña hayan florecido
completamente, habremos entrado en el Signo de Acuario o Edad del Hijo del
Hombre.
En el exaltado estado de conciencia alcanzado durante el ceremonial de la
Cena, los discípulos pudieron ver los "registros cósmicos" y contemplar allí los
acontecimientos que tendrían lugar en los años que les quedaban de vida. Entonces
tuvieron la posibilidad de aceptar o rechazar libremente esos acontecimientos. El