A veces sufro por no tenerte,
Quisiera que las horas
Pasaran sin darme cuenta
Para volver a sentir tu calor.
Eres como la miel del panal,
Tus ojos son color almendra,
Y cuando me miran tan profundamente
Siento que una gran emoción me invade.
El sonido del mar
Con gran agitación,
Interrumpió el silencio
Que en ese momento me abrigaba.
En la playa escribí tu nombre,
La arena se deslizaba por mis dedos,
Y cuando volví a mirar,
Una ola traviesa lo había borrado.