Alabado sea
Jesucristo…
Por la gracia de Dios estoy retornando a mis
publicaciones habituales, después de haber vivido dos semanas inolvidables
recorriendo santuarios católicos en Italia: Padua (San Antonio), Montechiari (Virgen
María Rosa Mística), Asís (San Francisco y Santa Clara), Siena (Santa
Catalina), Casia (Santa Rita), Loreto (la Santa Casa y Virgen de Loreto), Lanciano (Milagro Eucarístico) San
Giovanni Rotondo (San Pío de Pietrelcina)… y vivir en Roma acontecimientos
tales como la canonización de los nuevos santos de la Iglesia Juan XXIII y Juan
Pablo II el domingo 27/4, la Misa de acción de gracias del lunes 28/4 y la
audiencia pública del Papa Francisco del miércoles 30/4.
Todo esto ha sido para mí un extraordinario regalo de
Dios, y ahora es el momento de seguir sembrando Su Palabra a través de esta
página, tal como lo hacemos desde el año 2006 siguiendo las enseñanzas de San
Juan Pablo II, con renovado entusiasmo y reconfortado con todas las bendiciones
recibidas.
Agradezco a Dios tan grande como inmerecida gracia, y
abrazo de corazón a todos los lectores de esta página que rezaron por mí. Y
ahora ¡...a continuar sembrando estas Pequeñas Semillitas!
¡Buenos días!
No sólo palabras
La persona honesta es coherente entre lo que hace y lo
que dice. Vive de principios. Vive auténticamente como un ser humano. No se
justifica diciendo que todos actúan así; o que es la única forma de salir
adelante. Es sincero y veraz, no aparenta una imagen que no corresponde con su
vida real. Por ejemplo, aparentar virtudes que no tiene.
Un candidato a un
puesto público de nuestro país estaba haciendo su campaña, para obtener el
mayor número de votos. Uno de los electores decidió someterlo a una prueba. Una
noche, ya tarde, llamó a la puerta del candidato y le dijo: —Necesito ayuda. Se
paró mi coche. ¿No podría usted hacerme el favor de darme un empujón? —Por supuesto - se oyó desde el interior de
la casa y los dos hombres salieron rumbo al coche. Al llegar al automóvil, el
propietario se subió y dejó sorprendido al candidato, poniendo enseguida en
marcha el motor. Asomándose por la ventanilla, el elector le dijo al admirado
candidato: —Únicamente quería saber si usted es el tipo de hombre por quien se
puede votar.
Para vivir en una Patria noble y digna cada ciudadano
debe aportar su conducta honesta. Ser
honesto es ser transparente; Es necesario desprenderse de las máscaras que el
ser humano se pone para defenderse, para ocultar sus inseguridades o miedos. El
recelo, la agresividad, las apariencias son algunas de estas máscaras. Básica
tarea para cada ciudadano.
Padre Natalio