18 mayo 2014 |
No es nueva, pero se ha puesto de moda, y tiene poderosos propulsores, la llamada desideologización, que no es ni más ni menos que la demolición de una ideología, la revolucionaria y emancipadora, para suplantarla por otra, la conservadora o contrarrevolucionaria, enmascarada a veces con una especie de elegante asepsia, o abulia. Esa moda conviene especialmente a los continuadores del imperio contra el cual, el día antes de caer en combate, Martí expresó que estaba dirigido todo cuanto él había hecho, y haría.