Enamorarse.
-Reírse hasta que te duela la barriga.
-Encontrar miles de emails cuando vuelves de las vacaciones (siempre son de publicidad).
-Escuchar tu canción favorita en la radio.
-Acostarte en tu cama y escuchar
cómo llueve fuera.
-Salir de la ducha y que la toalla este calentita. Mejor dicho, salir de la ducha
y que haya una toalla.
-Aprobar tu último examen.
-Recibir una llamada de alguien que hace mucho que no ves (nunca pasa).
-Una buena conversación.
-Encontrar dinero en un pantalón que no usabas desde el año pasado.
-Reírse de uno mismo.
-Llamadas a medianoche que duran horas (después llega la factura y se convierte en unos de los peores momentos de tu vida).
-Reírse sin motivos.
-Escuchar accidentalmente que alguien dice algo bueno de ti (tampoco pasa nunca).
-Despertarte y darte cuenta de que todavía podías dormir un par de horas. (¡Qué rico!)
Escuchar la canción que te hace recordar a esa persona especial.
-El primer beso.
-Hacer nuevos amigos.
-Sentir cosquillitas en la barriga cada vez que ves a “esa” persona.
-Pasar un rato con tus mejores amigos.
-Ver felices a las personas que quieres.
-Usar el jersey de la persona que te gusta y que todavía huela a su perfume ( y no precisamente al perfume natural ¿eh?)
-Volver a ver a un viejo amigo y sentir que las cosas no han cambiado.
-Mirar un atardecer.
-Tener a alguien que te diga que te quiere.