Lo que el procurador no vio

El ex minstro de agricultura y el ex primer secretario de Uribe en la embajada colombiana en Estocolmo y asesor político de Carlos Castaño (AUC) ya es un duo; Arias&Yamhure, ambos en el país donde se recicla dictadores y corruptos latinoamericanos.

El exministro indaga por una estadía temporal de 16 meses que frenaría su deportación o extradición.

“Abran, es una emergencia. Necesitamos sacar los papeles de unos niños que están en peligro”.

Eso era lo que gritaba un hombre de sombrero, gafas oscuras y acento colombiano que llegó el lunes 16 de junio al consulado de Colombia en Miami, un día después de las elecciones presidenciales, cuando la sede diplomática se encontraba cerrada al público.

Tras golpear durante algunos minutos, la vigilancia le informó que sería atendido por el funcionario consular de turno. En ese momento, el hombre se volteó hacia el carro que estaba en las afueras y gritó: ¡Arias, bájese!...

De un sedán oscuro descendió Andrés Felipe Arias Leiva, que ingresó de inmediato al primer piso del consulado y, tras molestarse por que la vigilancia le pidió a él y a su acompañante que se quitaran gafas y cachuchas, dijo: ‘Soy el exministro de Agricultura y vengo al reconocimiento del contenido de unos documentos para que mis hijos puedan salir de Colombia”. (Lea también: Claves del fallo contra el exministro de Agricultura Andrés F. Arias).

Su acompañante era Ernesto Yamhure Fonseca, analista y excolumnista en el exilio, que se autocalifica como ‘uribista puro’ y que se convirtió en una especie de guía de Arias en Miami desde el 14 de junio, cuando este decidió irse del país luego de que se filtrara la noticia de que la Corte Suprema lo iba a condenar a 17 años, como coautor de los delitos de peculado y celebración indebida de contratos dentro del escándalo de Agro Ingreso Seguro.

Hasta ese día, el brillante economista y aspirante a sucesor de su mentor, Álvaro Uribe Vélez, no tenía entre sus planes convertirse en prófugo de la justicia a los 41 años recién cumplidos. (Lea también: 'Exministro Arias no tiene plata para multa por condena': abogado).

De hecho, el jueves 12 de junio, entregó los papeles para matricular a su hija Eloisa en un prestigioso jardín de Bogotá, se comprometió a pagar una pensión anual de 17 millones de pesos y estaba avanzando en una investigación con Colciencias, que le acababa de notificar que se había ganado una convocatoria.

También andaba atento de la campaña a la Presidencia de Óscar Iván Zuluaga, a la que le prestó plata una firma de una colaboradora suya: Sandra Gaitán Ñungo, directora administrativa de su fallida campaña presidencial y testigo en el proceso penal de Agro Ingreso Seguro. (Lea también: El eslabón de Arias y familia que recibió millonarios subsidios).

“Andrés Felipe sabía que la Corte lo iba a encontrar culpable pero nunca se imaginó una pena tan alta. Según sus cuentas, la condena solo iba a ser por el delito menos grave y, con los dos años que ya estuvo en prisión y el libro que escribió (La nueva economía colombiana), iba a quedar prácticamente todo saldado”, contó un allegado que no descarta que Arias regrese a poner la cara.

De hecho, dijo que tenía varios compromisos académicos con la Universidad Sergio Arboleda y listo otro libro sobre su caso –Mi delito: lesa ‘uribidad’–, con el que pensaba rebajar un año más.

¿Rumbo a California?

Pero las cosas cambiaron abruptamente con la noticia de su inminente condena.

De inmediato, el exministro reactivó una serie de contactos en Estados Unidos para viajar discretamente y averiguar en la Oficina de Ciudadanía y Servicios Migratorios (Uscis), un posible asilo o refugio para él, su esposa Catalina Serrano y sus dos pequeños hijos.

De manera paralela, en dos camionetas (de placas CHR 718 y SKH 092), que aparecen a nombre de Graciela Montenegro de Gómez y de Luz Amparo López Díaz, su esposa se encargó de sacar varias maletas con sus efectos personales, con la copia de los expedientes en su contra y el libro sobre su proceso, que considera clave para demostrar que –según él y según Álvaro Uribe–, es un perseguido político.

Al respecto, EL TIEMPO estableció que Arias busca que se le apruebe una estadía inicial de 16 meses, que frenaría cualquier deportación o extradición.

Y un funcionario federal agregó que los trámites en su caso apuntan a que se le permita vivir en California, en donde hizo un doctorado en economía hace 12 años en la Ucla.

“La solicitud la puede elevar ante el propio Gobierno Obama, que es el camino que él ya habría tomado, o a través de un juez. En ambos casos, si pasan 4 meses sin que obtenga respuesta, puede pedir permiso de trabajo”, explicó el funcionario.

Y añadió que el exministro debe someterse a una audiencia pública para argumentar por qué pide protección. También dijo que saldría de Miami rumbo a Los Ángeles a esperar el trámite.

Según Eric Tremolada, experto en derecho internacional, el asilo lo regula cada Estado y Colombia no puede intervenir.

La última vez que a Arias se le vio en público fue el jueves 26 de junio, cuando regresó al consulado en Miami a autenticar un poder para Luis Enrique Osuna, su abogado en el proceso en el que la Procuraduría lo destituyó e inhabilitó por 16 años. En esa misma instancia, le acaban de cerrar un proceso por enriquecimiento ilícito.

Por eso algunos de sus allegados aún creen que Arias va a regresar a Colombia.

¿Qué pasos debe seguir para obtener el asilo?

Estados Unidos les otorga asilo a aquellas personas que, estando en su territorio, se nieguen a regresar a sus países de origen alegando ser perseguidos debido a su raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un grupo social o por sus opiniones políticas. En el caso del exministro Andrés Felipe Arias, su propio mentor, Álvaro Uribe, lo ha calificado como una “clara persecución política, de la cual es víctima” por parte del actual gobierno.

El experto en derecho internacional Eric Tremolada, le explicó a EL TIEMPO que lo único que puede hacer Colombia es “solicitar que se le expida la papeleta roja de la Interpol, con base en la condena y solicitar su deportación”. Además, hacer uso del tratado de extradición que rige entre los gobiernos de Colombia y de Estados Unidos. Tremolada también advirtió que cada Estado regula el otorgamiento de asilos o refugios y que, al tratarse de una decisión política, le imprimen la celeridad que consideren. Todo indica que Arias quiere irse a California.