Mi dulce amor,
No sabes cuánto me duele verte abatido porque tu niña adoptiva prefirió a su madre de sangre, me duele cómo ves las cosas que olvidó en su recámara y que sin que me digas nada sé que se te parte el corazón.
Ayer mi corazón se destrozó, cuando te vi caminar hacia aquella que era su recámara y tus ojos inmediatamente se entristecieron, te volteaste repentinamente para que yo no te mirara, salí huyendo en silencio de allí, aún yo sigo con mi duelo y me destroza que tú aun no lo hayas superado
Fui más tarde a la recámara, te vi acostado, alrededor había fotos de ella, cuadernos y dibujos, te dejé vivir ese momento, sé que no tuvimos la fortuna de tener un hijo propio y cuando vimos la oportunidad la tomamos y soñamos que nuestra niña se alejaría hasta que tuviera una profesión, pero ella decidió volar antes, nos abrazamos a ella como subir a un barco, donde terminaríamos en tierra firme, con mareas altas, lluvias incontrolables, pero reencontrando un nuevo día de esperanza los tres juntos. Sin embargo ella decidió bajar antes sin tocar tierra con nosotros.
Finalmente, más tarde te escuché llorar, te puse una frazada y te dejé, sabes, amor, es muy difícil, porque siempre hemos compartido juntos alegrías y tristezas y esta batalla la hemos luchado separados, porque creo que bien sabemos que si los dos hablamos de nuestra niña, no nos vamos a reponer, al contrario el dolor aún será más grande.
Hoy dejé que lloraras, recordaras y te regocijaras con los recuerdos de nuestra niña, porque créeme que aunque hoy ya no esté con nosotros, se lleva un pedacito de nuestro corazón y nunca nos olvidará, probablemente algún día regrese y te diga papá.
Por el momento ella debe crecer y alimentar su corazón y nosotros seguir el camino, no podemos desfallecer, si algún día nos llegara a necesitar, que nos encuentre fuertes y que sepa que así como llegó a nosotros con todo el amor del mundo, podrá regresar de la misma forma y que nos encontrara amándola como los padres que algún día quisimos ser para ella.
No desfallezcas corazón.