Alabado sea
Jesucristo…
Jesús siempre facilita y simplifica la vida. Lo primero y
principal es el amor. Cuando falla el amor todas las leyes son insuficientes.
El amor ha de ser con todo el corazón –íntegro, no
dividido-. Con toda el alma –con la vida entera- y con toda la mente –en una
búsqueda constante del conocimiento pleno de Dios-. La recomendación de Jesús
siempre es fuente de plena liberación y alegría, una invitación, un regalo, una
bienaventuranza.
Se trata de escuchar su Palabra, hacerla vida,
encontrarnos con Él, amar lo que Él ama, contar con Él en nuestro proyecto de
vida.
Jesús equipara el amor exclusivo a Dios (Dt 6,4) con el
amor al prójimo. Ésa es la novedad de Jesús. Amar a alguien como a uno mismo es
amarlo como si fuera de mi familia, como a las personas que más quiero.
¿Cómo cuido mis proyectos personales, mis ilusiones, mi
salud, mi enfermedad, mi felicidad? Si no me quiero, me cuido, me valoro… a mí
mismo difícilmente podré querer, cuidar, valorar… a los demás.
¡Buenos días!
Extraña publicidad
La mayoría de las
personas se creen libres cuando pueden decir: “hago lo que quiero”, es decir:
puedo satisfacer todos mis impulsos, mis instintos, nada ni nadie me lo impide.
Esa “libertad” es la del animal salvaje, pero no la del hombre y menos la del
hijo de Dios (Quoist). En realidad la verdadera libertad consiste en el dominio
absoluto de sí mismo.
Un importante diario de California en cierta
ocasión publicó el anuncio de una empresa local de carnicería que ofrecía
riquísimos tocinos. Los anunciantes pidieron encarecidamente que esta
publicidad se imprimiera con una tinta especial de fuerte olor al producto
presentado. No sé sabe cuál fue la impresión que dicha publicidad encontró
entre los lectores, lo cierto es que el anuncio causó gran efecto entre los
perros del vecindario. Los canes se arrojaban sobre los diarios y los hacían
trizas ante los ojos asombrados de los repartidores, casi en el instante en que
dejaban los ejemplares en la puerta de los suscriptores.
No hay cosa que
tranquilice tanto el corazón como tener dominio de sí mismo. Es más fácil
conquistar una provincia que dominar una pasión. El dominio de sí mismo es la
mejor preparación para el combate de la vida. Es una lucha difícil; pero si
consigues vencerte a ti mismo has logado la victoria más bella. (A. Milagro).
Enviado por el P. Natalio
Sagrado
Corazón de Jesús. Mil gracias por concederme un día más para adorarte y
servirte. Hagamos como decía San Agustín: Señor a tí sólo busco, a tí
sólo amo y tuyo quiero ser. Mi único deseo es conocerte y amarte. (Sol
1,1). La mies es mucha y pocos son los obreros para recogerla. El Señor
dijo: Vengan a mí los que están cansados y agobiados, que yo los
consolaré (Mt 11.28). Es la palabra de Dios. Alabado sea Jesuscristo.
Amén. Yo dibulgo cada día Pequeñas Semillitas, con el vehemente deseo de
que se propague la Fe, en el Sagrado Corazón de Jesús y suplico a todos
los creyentes y no creyentes , que pidan al Señor Jesuscristo en
oración, que no haya más guerras ni hambre en el mundo, ni atentados
terroristas, ni políticos de guante blanco y reine la Paz, así cómo el
amor, en todos los rincones del Orbe. Así sea. Detente, el Sagrado
Corazón de Jesús, está conmigo. Casimiro López