Los
cráteres suecos Lockne, de 7,5 km de ancho, y Målingen, de unos 0,7 km,
fueron originados a la vez por el choque de un asteroide doble, formado
por un objeto de unos 600 m y otro más pequeño de 150 m. Ambos surgieron
tras la explosión de un enorme asteroide de 200 km por alguna colisión
en el cinturón de asteroides principal hace 470 millones años.
Localización de los cráteres Lockne y Målingen en Suecia. / Scientific Reports-Ormö et al.
Así lo apunta un estudio que esta semana publica en la revista de acceso abierto Scientific Reports un equipo de investigadores liderados por Jens Ormö, del Centro de Astrobiología (INTA-CSIC).
“Por
primera vez se ha datado con tan alta precisión una pareja de cráteres
de este tipo, ambos creados hace 458 millones de años, y que constituyen
el único ejemplo terrestre conocido que puede atribuirse sin lugar a
dudas al impacto de un asteroide binario”, destaca Ormö a Sinc. “Todos
los otros posibles candidatos dobles tienen edades con lapsos de tiempo
que no permiten descartar que se hayan formado por separado”.
El
buen estado de conservación de Lockne y Målingen, separados unos 16 km,
ha permitido conseguir las pruebas geológicas necesarias para
relacionarlos.
“El
impacto doble se produjo en un mar poco profundo y los dos objetos
chocaron sobre una misma configuración estratigráfica rocosa situada
bajo una columna de agua de unos 500 m”, explica Ormö.
El
investigador subraya el valor de estos datos “como referencia para las
simulaciones numéricas de estos eventos, y por tanto, para evaluar los
riesgos potenciales de los impactos de asteroides en el mar”.
Gran
roca eyectada por el impacto del asteroide desde el antiguo fondo del
cráter Lockne hasta varios kilómetros de su borde. / Jens Ormö
Además,
las formas de los dos cráteres están en consonancia con el impacto de
un proyectil fragmentado, lo que lleva a los científicos a suponer que
el asteroide binario pertenece al tipo denominado ‘pila de escombros',
formado con piezas diversas unidas por fuerzas gravitacionales.
Las
observaciones de asteroides cercanos a la Tierra indican que alrededor
de un 16% viajan en parejas; sin embargo, solo se han identificado unos
pocos y controvertidos pares de cráteres asociados en la superficie de
nuestro planeta.
Según
los autores, es muy raro que un cráter de impacto pueda asociarse a un
evento de ruptura datado en un tiempo concreto en el cinturón de
asteroides, y en este caso se ha conseguido el único ejemplo doble
conocido. Este, a su vez, servirá de referencia para analizar otros
impactos dobles, así como la formación y evolución de los asteroides
binarios en el sistema solar.