Alabado sea
Jesucristo…
Además de la conmemoración de todos los Fieles Difuntos,
que fue el 2 de Noviembre, en general el mes de Noviembre siempre fue dedicado
por la Iglesia a rezar por los difuntos, rezando por quienes han partido hacia
la eternidad y que quizás estén aun purificándose en el Purgatorio.
La mayor obra de caridad que podemos hacerles a nuestros
seres queridos, es rezar y ofrecer sacrificios por ellos, ya que si están en el
Purgatorio, el mismo se acortará; pero también Dios, que está fuera del tiempo,
puede tomar nuestras oraciones y penitencias de hoy y haberlas aplicado en vida
de nuestros parientes y amigos, es decir que quizás Dios, teniendo en cuenta la
Misa o la oración o el sacrificio que haríamos en hoy por un alma, la salvó en
vida o le concedió tal o cual gracia o favor.
O sea que no rezamos sólo por quienes se purifican en el
más allá, sino también porque nuestras oraciones y sufrimientos son aplicados
ahora mismo a las Almas del Purgatorio, o fueron aplicados en vida de nuestros
hermanos. Y si un familiar o amigo está en el infierno, ya no le sirven
nuestras oraciones, pero Dios usará de ellas para otras almas, y así nada se
pierde en la economía de la salvación. www.santisimavirgen.com.ar
Dios te acompaña
La lectura
meditada de la Biblia te ayudará a vivir la cercanía del Señor. Te parecerá
escucharlo y decirte con dulce voz: “Yo estoy contigo. Aquí a tu lado me
tienes. Ni por un momento te desamparo. Déjame el cuidado de todas tus cosas y
todo te irá mejor”. Esta realidad de fe te invita a confiar en Dios como un
hijo cariñoso en su padre.
Cuando has llorado de angustia y de dolor...
Dios ha contado tus lágrimas. Cuando estás solo y tus amigos están muy
ocupados, aún para una llamada telefónica... Dios está a tu lado. Cuando has
intentado todo y no sabes hacia donde ir...Dios te mostrará el camino. Si de
repente tu mirada al mundo exterior se hace más brillante y encuentras senderos
de luz... Dios te ha susurrado en el oído. Cuando las cosas van bien, y tienes
mucho que agradecer... Dios te ha bendecido. No importa si te sientes bien o
mal. Dios siempre está contigo y te acompaña en las buenas y en las malas. Él
nunca te abandona… porque te ama.
Confiar en Dios,
es dejarle el cuidado de tus cosas; permitirle disponer de tu futuro, porque
sabes que te ama más que tú mismo; reposar en él “como un niño en brazos de su
madre” (sal. 131); y ser fiel sobre todo en las pruebas, cuando las cosas
resultan incomprensibles. Pide al Señor crecer en esta virtud fundamental.
Enviado por el P. Natalio
Sagrado
Corazón de Jesús. Mil gracias por concederme un día
más para adorarte y servirte. Hagamos como decía
San Agustín: Señor a Ti solo busco, a Ti solo amo y
tuyo quiero ser. Mi único deseo es conocerte y amarte.
(Sol 1,1,). La mies es mucha y pocos son los obreros
para recogerla. El Señor dijo: Vengan a mí los que estan cansados
y agobiados, que yo los consolaré Mt 11.28. Es la Palabra de
Dios. Alabado sea Jesucristo. Amén. Yo dibulgo cada día
Pequeñas Semillitas, con el vehemente deseo de que se
propague la Fe, en el Sagrado Corazón de Jesús y
suplico a todos los creyentes y no creyentes, que pidan
al Señor Jesucristo en oración, que no haya más
guerras ni hambre en el Mundo, ni atentados terroristas, ni
políticos de guante blanco y reine la Paz, así como el amor, en
todos los rincones del Orbe. Así sea. Detente, el Sagrado Corazón de Jesús, está conmigo. Casimiro López.