Dulce melodía de melancolía
embriagas mi alma herida,
me llevas al compás de tu oda tenue y somnífera,
más mis sueños se quedaron en la inmensidad vacía.
Castillos de sueños construí un día,
esos castillos de príncipes y princesas felices para toda la vida,
pero al final me quede con las manos vacías
me quede con castillos de sueños que se desgajan
cual castillos de naipes tras la batalla con la brisa embravecida.
Hoy mi corazón se queda así quieto tras la desilusión vivida,
se queda callado en la soledad y sumido en la melancolía,
las ilusiones se desvanecen con la brisa,
y las lágrimas amargas se vuelven más pesadas cada día