NO RENUNCIO
Tendría que acostumbrarme a la costumbre,
aquella que obliga y se disfraza de reposo.
Tendría que enmudecer mis ideas.
Tendría que declarar desierta mi voluntad,
tendría que bajar los brazos, atar sus manos.
Tendría que retroceder hasta mis otros pasos.
Pero mi voluntad y mi palabra son una.
No transo ni vendo respuestas falsas,
No entrego lo que es fiel a mí,
No renuncio a siglos de buenas intenciones.
No renuncio a ser.
Amanda