BALADA DEL TIEMPO PERDIDO Como a sus vanas hojas el tiempo me perdía. Clavada a la madera de otro sueño volaban sobre mí noches y días. Poblándome de una nostalgia distraída, la tierra, el mar, me entraban en los ojos y por ociosas lágrimas salían.
Cuántos papeles ciegos en la tarde vacía. Qué multitud de imágenes miradas como a través de una mortal llovizna.
Entorpecidas sombras en vez de manos mías, de tanto enajenarse en los espejos, todo lo que tocaba se moría.
Memorias y esperanzas callaban su agonía: un porfiado presente demoraba siempre las mismas ramas amarillas.
Qué tiempo sin sentido el que mi amor perdía. Qué lamentable primavera inútil haciendo en vano flores que se olvidan.
Pero mi corazón velaba y no sabía. Recuperada su pasión secreta ahora enamorado resucita.
Y el tiempo que hoy me guarda entre sus hojas vivas es un tiempo feliz desde hace tantos sueños que nacerán en la vigilia.