Cuando la nave espacial New Horizons fue lanzada en enero de 2006, Plutón todavía era considerado un planeta del Sistema Solar y era el único que no había sido visitado por una sonda. Ahora, cuando está muy cerca de llegar a su destino, este objeto celeste ha perdido su condición de planeta y ha descendido a la categoría de planeta enano, aunque no ha perdido un ápice de su interés científico.
Tras un largo y último letargo en el que la sonda de la NASA ha estado hibernando, este sábado 6 de diciembre está previsto que se despierte para que emprenda el tramo final que le separa de Plutón (sólo 260 millones de kilómetros). "New Horizons se encuentra en buen estado de salud, atravesando tranquilamente el espacio profundo, a casi 4.800 millones de kilómetros de la Tierra, pero su tiempo de descanso está a punto de terminar", señala Alice Bowman, jefa de operaciones de esta misión en la Universidad Johns Hopkins.
"Ya es hora de que New Horizons se despierte, comience a trabajar y empiece a hacer historia", declaró Bowman en un comunicado de prensa de la NASA. Su trabajo consistirá en caracterizar la geología y la topografía de Plutón y de su luna más grande, Caronte (que mide la mitad que Plutón). Estudiará su estructura, la composición de su superficie y de su atmósfera, y la temperatura. También estudiará las lunas más pequeñas de Plutón e intentará descubrir si tiene satélites que aún no han sido descubiertos [de momento se sabe que tiene cinco].
"Plutón es uno de los numerosos pequeños mundos que pueblan la región profunda del Sistema Solar más allá de la órbita de Neptuno. Apenas iluminados por el lejano Sol, estos objetos trans-Neptunianos (o TNOs, por sus siglas en inglés) viven en una permanente oscuridad que dificulta su localización y su estudio con telescopios. Por eso tenemos un conocimiento muy pobre de estos cuerpos. Plutón, prototipo de los recientemente denominados planetas enanos, es uno de los mayores objetos de esa región, desde donde también nos llegan numerosos cometas, como el Halley". explica a EL MUNDO Rafael Bachiller, director del Observatorio Astronómico Nacional (IGN).
Pionera en la hibernación
Durante dos tercios de su viaje, New Horizons ha estado hibernando con el objetivo de ahorrar energía. En total, ha estado dormida durante 1.873 días repartidos en 18 periodos distintos desde mediados de 2007 hasta el 6 de diciembre de 2014. Sus descansos han durado entre 36 y 202 días, según precisa la NASA.
Esta nave fue la primera con la que EEUU probó la estrategia de la hibernación, que no sólo permite ahorrar energía al tener apagados la mayor parte de sus sistemas electrónicos, sino que reduce el coste de la misión y permite que los recursos de la Red del Espacio Profundo (que monitoriza todas las naves espaciales de la NASA) se destinen mientras tanto a otras sondas.
El sábado 6 de diciembre, la sonda va a ser despertada (está previsto que suene su alarma a las 21 horas, hora peninsular española). Cuando reciba la orden para que salga de la hibernación, tardará 90 minutos en transmitir la señal que confirme que está activa, que a su vez tardará cuatro horas y 25 minutos en llegar a la Tierra, de la que le separan 4.800 millones de kilómetros.
En enero de 2015 comenzará las primeras observaciones del sistema de Plutón mientras sigue aproximándose a este planeta enano en cuya superficie los científicos creen que hay una temperatura de -233ºC. Está previsto que haga su máxima aproximación a este mundo helado el 14 de julio.
Los científicos de la NASA creen que el paisaje de Plutón debe guardar cierto parecido con el que muestra el Ártico durante el invierno.
De forma esquemática, nuestro Sistema Solar está dividido en tres partes: la zona interna, en la que se encuentran los planetas rocosos (la Tierra, Venus, Mercurio y Marte); el área donde están los gigantes gaseosos (Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno) y, finalmente, los mundos helados enanos que hay en el cinturón de Kuiper, que son mucho más numerosos que los planetas rocosos y los gaseosos juntos.
"Dado que es extremadamente difícil estudiar estos astros tan poco brillantes con telescopios, resulta imprescindible visitar al menos uno de ellos para estudiar sus características en detalle, con todas las ventajas que ofrece la exploración in situ. De ahí el enorme interés de la sonda New Horizons", apunta Bachiller a través de un correo electrónico.
La definición de planeta sigue suscitando debate. No obstante, Rafael Bachiller se muestra favorable a la decisión de que Plutón saliera de la lista: "La clasificación actual de planetas y planetas enanos me parece perfectamente adecuada y de hecho, yo voté a favor de ella cuando se aprobó en la reunión mundial de astrónomos que tuvo lugar en Praga en el año 2006", señala
En su opinión, "de conservar a Plutón en la categoría de planetas, al mismo nivel que la Tierra y los otros siete, habría que haber incluido también al numero creciente de cuerpos trans-Neptunianos que están siendo descubiertos en los últimos tiempos, muchos de ellos comparables a Plutón y alguno incluso mayor, lo que haría una lista de planetas muy compleja, heterogénea y muy poco práctica", añade.