Se
aproxima el frío invierno: Tengo frío en el alma antes que llegue el
invierno, no es por encontrarme solo en ayudar, es por lo que en el
mundo observo; cuantos niños pasan hambre, hambre de amor y sustento,
porque en el alma no tienen ni cariño ni consuelo y carecen de
alimentos, para mantener su cuerpo.
Si
todas las naciones juntas, cada una con arreglo a su economía, hicieran
un pequeño esfuerzo entre un 0,07%, las mas débiles y hasta un 0,09 por ciento, las de mayor economía, se liberarían muchas hambrunas. que sufren infinidad de seres desde su cuna.
Con
ese aporte se conseguiría –creo yo sin gran esfuerzo-, que esos niños
que se pierden, por falta de medicinas y alimentos, pudieran sobrevivir, dando al mundo un gran ejemplo de solidaridad con sus pobres hermanos, dondequiera que estén estos.
También están sus mayores, que se privan de
alimento, pues lo poco que reciben se lo dan a sus pequeños; igual
están muchos seres, esos que llaman sin techo, que por traumas en sus
vidas siguen igual derrotero, derivándose a la droga, al alcohol y otros
remedios, que le mitiguen sus penas y quiten lastre a sus cuerpos.
Cuanto
amor falta en el mundo, para que abunde lo bueno, sin embargo sobran
odios, envidias, orgullos, rencillas, revanchas y quítate tú que me
ponga yo, porque este puesto es mío, me lo han señalado a
dedo, ¡¡Que bonito sería vivir en un mundo limpio y nuevo!! En el que
poder medrar libremente y llevarnos como hermanos, ¡¡Pero de los
buenos¡¡ ¿Será posible el hacerlo?. Autor: Casimiro López Cano.