EL CASTIGO
Si tú me levantaras el castigo,
por tener en los míos tus labios presos.
Si pudiera libremente estar contigo
y la boca cubrirte con mis besos,
decirte al oído que te quiero,
mientras mi mano tu mejilla toca
y bajo la luz brillante de un lucero,
sentir mis labios unirse con tu boca...
Pero tú no me levantas la condena
que me impide besarte con dulzura
y llenas de tristeza y amargura
esta alma, por ti, de amores llena…
El peso que arrastra esa cadena
es causa de mi amarga desventura…
Oscar Jiménez Efrez
(Oscar.J)