Se inaugura la pirame de cristal del Museo de Louvre

Judas 1:14  De éstos también profetizó Enoc, séptimo desde Adán, diciendo: He aquí, vino el Señor con sus santas decenas de millares

Según Judas Enoc de refería a 200 millones lo está diciendo textualmente.

En su libro Enoc primero dice que los 20 principales de los que da su nombre eran jefes de decena, simplemente.

Pero más adelante en 69.3 dice que eran jefes de centenas y cincuentenas.

Y después Enoc sigue mostrando las subdivisiones de estos ejércitos que llegaron como santos, pero que todo lo cambiaron en medio de su deseo, aún su condición que era digna. En 75.1 Enoc menciona jefes de cabezas de mil; o sea jefes de principales que a su vez delegan responsabilidades y mando en otros mil, porque todos y cada uno tienen una función concreta para desempeñar.

Finalmente desde el capítulo 82 en adelante Enoc se refiere a los jefes de millar en la misma perspectiva. Aunque en este punto no se refiere a esos “vigilantes” que cayeron, sí demuestra la manera como se integran las partidas celestiales.

De todas maneras es común que solo se nombre a los principales, o a la cabeza de todos ellos que era Shemihaza.

Podrás tú atar los lazos de las Pléyades, O desatarás las ligaduras de Orión? Como está en Job;

y en Amós se dice: buscad al que hace las Pléyades y el Orión, y vuelve las tinieblas en mañana, y hace oscurecer el día como noche; el que llama a las aguas del mar, y las derrama sobre la faz de la tierra; Jehová es su nombre. 

Esas “aguas” del “mar” son pueblos de los cielos que el Señor permitió que llegaran a nuestro mundo.

Si aplicamos estos mismos significados al diluvio, las aguas del cielo que el Señor había derramado son los pueblos que descendieron de los cielos, igual que las “aguas” que inundaban el mundo y que llegaron de debajo de la tierra; es decir que el escenario en nuestro mundo era atroz en aquella época, estaban los que habían descendido, mas la raza humana, y adicionalmente pueblos de debajo de la tierra; esa fue la situación que causo el mal tan grande que tenía nuestro mundo, y por eso debía ser recuperado mediante un diluvio y su posterior estrategia.

En la historia sumeria los anunakis crearon un laboratorio genético para crear una raza esclava; mientras que 1Enoc dice sobre la descendencia de los vigilantes que “devoraban el trabajo de todos los hijos de los hombres hasta que los humanos ya no lograban abastecerles”…Ese mismo es el perfil de las bestias que nombra la Biblia. Las gobernaciones más poderosas que han existido en el mundo, igual que la bestia del final de los tiempos que esclavizará a todos quienes reciban su marca.