Dieron muerte al Heredero, su oblación es haz de luz, reina Dios desde el madero, fulge el signo de la cruz.
En los cielos contemplamos nuestra prenda tan locuaz como símbolo divino de salud, de amor, de paz.
Que presidas nuestra suerte -cada cual con nuestra cruz- y en la hora de la muerte nos conduzcas a Jesús.
Gloria al Padre con el Hijo y el Espíritu de amor; las tres personas reciban por la cruz igual honor. Amén.
Sonrisa
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