JUEVES SANTO, INSTITUCIÓN DE LA EUCARISTÍA
Es “la hora” de pasar al Padre, Amor hasta el extremo. La solemnidad del relato expresa una acción trascendental: La institución de la eucaristía.
“Recostado de nuevo a la mesa” vas a servir el mejor plato: de tus manos venerables brota el manjar más exquisito, la entrega más costosa, el don de amor más gratuito.
“Tomad, comed: esto es mi cuerpo”; así les invitas a alimentarse de tu persona real, histórica, activa; te seguirán entregando también “sus cuerpos” a favor de los hermanos.
“Bebed todos de ella, pues es la sangre de mi alianza...”; beber de tu copa, Señor Jesús, es amar hasta la pasión y muerte; invitas a seguirte en tu entrega amorosa a favor de t
Queremos, Señor, reformar nuestra celebración de tu Cena: que “tal como nos reunimos sea posible comer la cena del Señor” (1Cor 11,20); que no hagamos de la eucaristía una devoción, un rito prefabricado...; que no “despreciemos a la Iglesia de Dios ni abochornemos a los que no tienen” (1Cor 11, 22); que sea un encuentro con tu vida personal en medio de los hermanos; que nos transmita tu misma pasión, tu mismo amor, tu mismo Espíritu.
Rufo González
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