DIOS
“Cada pueblo, cada raza, y aún puede decirse cada alma, piensa, siente y expresa de un modo diferente la palabra única, la frase augusta, sagrada y profunda que puede expresar lo que palpita y vive en lo más hondo del propio ser El Altísimo, el Sin Nombre, el Eterno, el Invisible, el Invencible, el que todo lo sabe, todo lo puede y todo lo ve. ¿Quién es Él? ¿Cómo es Él?...
“Mi mente se apaga como una candela expuesta al vendaval”.
“La palabra enmudece en la garganta y la mirada se tiende al infinito espacio como tímida avecilla aturdida por la inmensidad.
“¿Que frase humana puede expresar o definir ese algo que no tuvo comienzo y que no ha de terminar jamás? ¿Qué mente humana puede comprender esa estupenda genealogía que, como poseída del ansia infinita de darse, de prolongarse, de difundirse en millares de formas de vida y de amor, arranca de sí misma hebras, retazos, jirones y los impulsa a vivir en el infinito espacio, que lleno en absoluto de ese gran todo que lo inunda con su infinita fecundidad, cumple el mandato supremo y se convierte en seno materno de nebulosas, de mundos, que son estrellas y soles donde germinan, viven, crecen millares y millones de humanidades de seres, de embriones, de gérmenes que son vida y que serán también Amor’?.
“¿Qué palabra humana puede definir este supremo enigma, ni humana inteligencia podría comprender este hondo misterio que sobrepasa los límites a donde puede llegar la humana inteligencia encarnada?
“Pensad, venerables maestros míos, que esta avecilla recién salida del nido y cuyas alas no tienen aún el crecimiento indispensable para lanzarse a tan grandes vuelos, difícilmente podrá abarcar una inmensidad semejante. No esperéis de mí nada más que un grito de amor a esa Energía Suprema que lanza mundos, seres y cosas como lanza mi corazón un suspiro apenas perceptible que se esfuma sin ruido en el insondable vacío.
"Mas, forzado por el mandato de nuestra Ley, me limitaré a esbozar figuras, emblemas, símbolos alegóricos creados por mi inquieta imaginación que los extrae de todo lo visible y palpable en el Universo, con el ansia suprema del que busca luz, verdad y conocimiento.
"¿Cómo es Dios?, preguntaba a la Luz Eterna el alma extática de un Kobda poeta en versos que nos han trasmitido los papiros amarillentos de archivos prehistóricos; y la luz, maga de los cielos infinitos, le contesta:
"Como tú cuando vibres como Yo".
"Luego Dios es la Luz, es la ingente claridad en que viven y son todos los mundos, seres y cosas que viven, mueren y se disgregan en ellos. Y esa Luz es también Potencialidad ilimitada, Energía fecunda, Justicia irrevocable, Amor que no se agota jamás. "Todo este conjunto de estupendas grandezas, es, según mi entender, el Eterno Invisible que sólo se deja ver en sus obras magnificas, en la vida que da generosamente a todo cuanto vive en el vasto Universo.
"A su mandato surgen, crecen y llegan a la plenitud los mundos en millones de siglos; y de Sí Mismo emergen como chispas de un incendio millares de millones de átomos animados de eterna vida y destinados a poblar los mundos en una infinita variedad de vidas inorgánicas primero y orgánicas después, hasta convertirse en reinos, en especies, en razas, en familias.
“¡Potencialidad eternamente creadora!...
“¡Energía eternamente renovadora!...
“¡Amor que se da eternamente a todas sus creaciones grandes o pequeñas, en cuanto les es necesario a su vida de evolución permanente!.
"Las percepciones de los grandes clarividentes de distintas épocas de nuestra vida planetaria nos describen las Inteligencias ya perfeccionadas, que surgieron como chispas de la ingente Llama Viva, millones de siglos antes, y nos presentan en jerarquías interminables, radiantes legiones en escalas que van hasta lo infinito. Y tales percepciones llegan hasta las Antorchas Eternas y los Fuegos Magnos... ¿Qué hay más allá? La visión mental de los clarividentes se eclipsa como tras de una nebulosa radiante que les deslumbra y les anonada. Y es entonces cuando mi pobre mente comienza a soñar en un arrobador delirio que se asemeja al vértigo de las cumbres.
"Me figuro incrustada en el abismo azul del vacío, una inmensa esfera luminosa, transparente, irradiando luz, calor, energía y vida a todo el universo. Cada hálito suyo es una nebulosa que surge, como un seno materno en que se gestan mundos, y cada mundo es morada de vidas en infinita variedad de formas. ¿Será eso el Eterno Invisible?
“¿Cómo es Dios?, preguntaba el poeta de los Kobdas a la Luz, que le responde: "Como tú cuando vibres como Yo".
“Y aquella Esfera radiante de mis sueños, vierte luz inextinguible que lo envuelve todo y da vida a todo y lo mueve todo, porque su vibración eternamente poderosa basta y sobra para mantener en equilibrio perfecto los millones de millones de globos como burbujas de luz emanadas de aquel Principio Generador.
"¿Cómo nació, de dónde vino?... ¡Venerables maestros míos!... Permitidme prosternar mi frente en el polvo ante esa Suprema fuerza desconocida, y en vuestra presencia, porque soy avecilla recién salida del nido y no han crecido mis alas lo bastante para llegar a Ella y ser capaz de definirla y comprenderla”.