EL CUARTO REY
El Rey Mago que se perdió antes de conocer a Jesús
Su nombre sería Arbatán y no llegó a ver al Niño Jesús porque se desorientó cuando iba solo hacia la ciudad, según una teoría elaborada por un investigador del Centro Europeo de Astronomía Espacial
Un cuarto Rey Mago llamado Arbatán, al que alude un antiguo relato navideño, no llegó a ver al Niño Jesús porque se desorientó cuando iba solo hacia la ciudad de Belén, según una teoría elaborada por el especialista Mark Kidger, del Centro Europeo de Astronomía Espacial (ESAC). En su investigación, publicada en la revista Astronomía, Kidger considera que Arbatán -quien iba por su cuenta a Belén-, pudo perder el punto de referencia porque una semana antes del nacimiento de Jesús la luna estuvo en conjunción con la estrella nova que seguía y se perdió la luz. El astrónomo europeo indicó que los reyes eran sacerdotes dedicados a interpretar las señales del cielo y que los guió desde el mar Caspio, a unos 1.300 kilómetros de Belén, una estrella nueva que cuando no brilló desorientó a Arbatán. Un relato navideño escrito a finales del siglo XIX por el estadounidense Henry Van Dyke cuenta que Arbatán habría dedicado 30 años de su vida a buscar al Mesías para darle tres preciosas joyas: un zafiro, un rubí y una perla, que no pudo ofrecerle el día de su nacimiento. Melchor, Gaspar y Baltasar, según la publicación científica que reproduce la prensa española, partieron antes que Arbatán guiados por la gran estrella de Navidad.
El Cuarto Rey Mago
Cuenta la historia que hubo un cuarto rey mago, que llegó tarde a la cita con los otros tres por ayudar a un anciano. Por sus medios se desplazó a Belén, pero la Sagrada Familia había partido a Egipto, en donde intentó buscarlos fructuosamente, pero siempre se enredaba ayudando a algún necesitado. Vuelto a su lugar de origen, los tres Reyes Magos le contaron sobre el niño Jesús, y en su corazón prometió encontrarle. Cuando después de 30 años oyó del profeta de Galilea, quiso verle. Desafortunadamente, nunca llegaba en el momento oportuno por arreglar las miserias que iba encontrando en el camino. Por fin, ya anciano alcanzó a Jesús subiendo al Gólgota, y de dijo: "Toda mi vida te he buscado sin poder encontrarte". Jesús contestó: "No necesitabas buscarme, porque tú siempre estuviste a mi lado".
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