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General: LA PALABRA DIARIA MES DE DICIEMBRE
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De: Tatisverde (Mensaje original) |
Enviado: 04/12/2017 13:30 |
Gracias a mi ser Crístico disfruto de comprensión espiritual.
Mi mente “sabe lo que sabe” a través de mis sentidos y experiencias. Reconozco que las decisiones prácticas pueden estar basadas en este conocimiento, mas tengo presente que la comprensión espiritual no es una función de la mente. La accedo cuando mantengo mi atención fervorosamente en la energía de mi corazón.
La comprensión espiritual me ofrece un sentimiento de seguridad y paz —un sentido de estar exactamente donde se supone que debo estar en un momento dado. La comprensión espiritual me guía cabalmente cada vez que tengo que tomar una decisión. El poder de Dios es mayor que cualquier circunstancia, y tengo fe en que Su poder me dirige hacia mi bien.
Clama a mí, y yo te responderé; te daré a conocer cosas grandes y maravillosas que tú no conoces. —Jeremías 33:3
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De: TATIS-7 |
Enviado: 04/12/2017 21:17 |
Experimento unidad por medio del arte de la meditación.
Pablo Picasso dijo una vez: “El arte limpia el alma del polvo de la vida cotidiana”. Practico la meditación como una forma de arte que limpia el polvo de mi mente. Cuando medito en Dios, el momento presente me absorbe, tal como un artista absorto en su obra.
El arte de la meditación puede ser practicado en una multitud de maneras. Al tratar diferentes formas de meditación, desarrollo aquella que más me gusta. Puede que explore la meditación en el silencio o con música suave. Puedo practicar la meditación para centrar mi atención, enfocando mis pensamientos en una palabra o frase sagrada. Dicha práctica me permite estar plenamente consciente de mis sentidos y pensamientos en el momento presente. Experimento unidad por medio del arte de la meditación.
De mis labios brotará sabiduría; de mi corazón, sagaces reflexiones.—Salmo 49:3
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De: TATIS-7 |
Enviado: 06/12/2017 13:24 |
Dejo ir, y abro el camino para un bien nuevo y abundante.
Cuando limpio mi armario, me deshago de cosas materiales que ya no necesito. Del mismo modo, practico el dejar ir ideas o hábitos que ya no me son útiles. Puede que hayan sido importantes en un tiempo, pero mi filosofía ha evolucionado. Tal vez he crecido espiritualmente más allá de una idea o inclinación que ya no sustenta mi alma.
En la práctica del dejar ir, hago un inventario de lo que tengo, creo y necesito. Dejo ir los pensamientos y hábitos que no apoyan mi mayor bien y, al hacerlo, fomento mi crecimiento. Al afirmar dejo ir y dejo a Dios actuar , me siento liberado. Ya no me siento atado a nada. Este acto de entrega abre el camino para las bendiciones abundantes. Dejo ir, dejo a Dios obrar en mí y por medio de mí.
Ocúpate en estas cosas, y permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea evidente.—1 Timoteo 4:15
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De: TATIS-7 |
Enviado: 18/12/2017 21:38 |
Yo soy una expresión de la Vida infinita.
Expresamos curación y renovación constantemente —mente, cuerpo y espíritu— ya estemos conscientes de ello o no. Tanto en la hora más intensa de actividad física como en la quietud del descanso, estamos siendo renovados.
Hemos sido creados con la capacidad para sanar. Sin embargo, somos aún más. Habiendo sido creados a la imagen y semejanza de Dios, somos seres espirituales —expresiones eternas e infinitas de Dios. Al cooperar con esta verdad, vivimos la verdad de quienes somos.
Nuestros pensamientos de salud y fortaleza son mensajes poderosos que nos alinean con nuestra naturaleza misma como creaciones de vida. Somos creaciones siempre en renovación gracias a la Vida infinita.
Los envió a predicar el reino de Dios y a sanar a los enfermos.—Lucas 9:2
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De: TATIS-7 |
Enviado: 19/12/2017 23:38 |
Expreso libremente mi corazón generoso.
D espierto una fuente de gozo en lo profundo de mi corazón cuando le permito fluir. Me visualizo como un canal del Espíritu, listo y presto a expresarse adondequiera que voy y en todo lo que hago.
Al enfocar mi atención en la abundancia interna, noto cómo fluye: primero como un arroyo y finalmente como una cascada de energía positiva y provechosa. Demuestro gustosamente mi generosidad al mundo para el beneficio de todos. Estoy consciente de las oportunidades que tengo para compartir este caudal de energía. No existe oportunidad demasiado pequeña para expresar bondad y generosidad. Acepto cada momento con gozo y como un encuentro sagrado con el Espíritu.
Cada uno debe dar según se lo haya propuesto en su corazón … Dios ama a quien da con alegría.—2 Corintios 9:7
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De: TATIS-7 |
Enviado: 21/12/2017 03:50 |
Me preparo para recibir a medida que doy sin esperar nada a cambio.
Con unos momentos de respiración consciente, recuerdo la importancia de dejar ir para poder recibir. De manera parecida, en mi vida cotidiana me preparo para recibir cuando estoy receptivo al dar.
Hago espacio en mi corazón y en mi vida para recibir amor, compasión, comprensión, y dar de acuerdo. Esto puede ser una práctica consciente que, a la larga, se convierte en parte de mí.
Mi intención es sincera, porque no doy para recibir. A medida que doy sin pensar recibir nada a cambio,
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De: TATIS-7 |
Enviado: 21/12/2017 22:31 |
En la quietud, renuevo mi fortaleza.
Cuando hago del descansar en la quietud parte de mi rutina, acojo las circunstancias de la vida con fe y fortaleza ilimitadas. Siento gratitud por mi práctica callada de oración. Gracias a ella, mantengo el balance y la fortaleza emocional aún en los momentos más difíciles.
La fe me permite perseverar con optimismo y esperanza inmutables. Incluso cuando tengo ante mí una larga lista de cosas por hacer, procedo con gozo y vigor. Completo con éxito cada actividad esencial. Cuando trate de alcanzar sueños aparentemente imposibles, ejercitaré mi fe y determinación dadas por Dios.
No me distraigo ni desaliento por todo lo que debo hacer. Confío en la fortaleza del Espíritu, la cual es la esencia misma de mi ser.
¡Busquen el poder del Señor! ¡Busquen siempre a Dios!—1 Crónicas 16:11
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Con el poder de la imaginación, visualizo nuevas posibilidades en mi vida.
Charles Fillmore enseñó que la imaginación es “la facultad de la mente que da forma al pensamiento”. La imaginación es el poder que me ayuda a superar los retos en mi vida y la facultad que aviva la sabiduría de Dios en mí. Fortalezco mi imaginación por medio de una práctica sencilla: pensar conscientemente fuera de los límites establecidos.
Practico hacer las cosas de maneras nuevas, diferentes y alegres. El juego imaginativo puede ser cultivado coloreando, coleccionando fotos y palabras que me inspiren y llevando un diario. Tales actividades dejan ir las limitaciones e invitan a la inspiración. Gracias al poder de la imaginación, visualizo nuevas posibilidades de bien en mi vida.
¿Qué debo hacer? … orar con el espíritu, pero también con el entendimiento; cantar con el espíritu, pero también con el entendimiento.—1 Corintios 14:15
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Uno con Dios, soy el arquitecto de mi vida. Edifico una vida mejor.
Soy el arquitecto de mi vida. Mis pensamientos y acciones dan forma a mis experiencias. Al pensar de manera positiva y actuar afirmativamente, influyo cada experiencia que tengo. Si las condiciones en mi vida cambian de una manera que no es parte de mi plan, no me descorazono; por el contrario, creo un nuevo plan, sabiendo que el orden divino es la base sobre la cual descansa mi vida.
Veo cada cambio o reto como una oportunidad de crecer y cambiar. Me aferro a mi fe y permito que mi luz interna resplandezca. Recibo con gozo este momento y busco la bendición que guarda —lo que puedo dar y lo que puedo aprender de cada experiencia. Continuamente edifico una vida mejor.
Dispongan ahora su corazón y su ánimo a buscar al Señor su Dios. Levántense y edifiquen el santuario de Dios.—1 Crónicas 22:19
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Presto atención a mi sabiduría interna y sigo la guía divina.
La sabiduría es un don, parte de mi composición espiritual. Cuando enfrento lo incierto, recurro a mi sabiduría interna. Al seguir mi guía, mis decisiones son certeras. La intuición divina me dirige siempre hacia lo que es correcto para mí.
Utilizo mi don de la sabiduría para tomar decisiones —grandes y pequeñas: comer saludablemente, utilizar mis recursos sabiamente, elegir el trabajo que me llena y bendice. Al permanecer atento a la Presencia divina, mi sabiduría aumenta. Confío en que este poder interno me ayuda a discernir lo correcto, dotándome con buen juicio para tomar el mejor curso de acción. Doy gracias por la presencia de Dios en mí. Presto atención a mi sabiduría interna y sigo la guía divina.
¡Déjense de tonterías, y vivan! ¡Sigan el camino de la inteligencia!—Proverbios 9:6
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