Las palabras son símbolos que utilizamos para expresar nuestros pensamientos, sentimientos e intenciones. Cada expresión demuestra nuestra energía. La palabra sí es particularmente poderosa. Un sí sincero abre nuestros corazones y declara: “Estoy listo, dispuesto y soy capaz”.
En su libro Los cinco principios, Ellen Debenport dice: “Cada pensamiento, cada sentimiento es una oración. Y la respuesta siempre es sí”. El universo opera en un fluir divino, en una energía cooperativa de creación y crecimiento perpetuos, buscando alinearse y apoyar aquello que mantenemos en nuestra conciencia. Cuando vivimos en la vibración energética del sí, todo lo que encontramos es recibido con una conciencia expansiva de aceptación y voluntad.
Porque todas las promesas de Dios en él son “Sí”.—2