Optimismo
“Una mujer muy devota se quejó al párroco:
– Vengo a Misa con todo el esfuerzo y mire, un pájaro me cag-‘ encima!
Él respondió sonriendo:
– No se queje por esa mancha, dé gracias a Dios de que las vacas no vuelan!”
Esta historia se atribuye al P. Luis Ibarlucea, sacerdote
mercedario, gran persona, alegre y práctico, buen echador de cuentos
(contador de historias) y esforzadamente optimista.
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