Éxito en femenino
El éxito no es una cuestión de “suerte” como muchos piensan. Se trata de esfuerzo, dedicación, compromiso y motivación. En el mundo tenemos miles de ejemplos de mujeres que lograron ser exitosas y eliminaron los tabúes de que los negocios son “temas de hombres”.
Los hábitos son casi los mismos para el público femenino o masculino, con la diferencia de que ellas suelen tener problemas diferentes, ya que aún se cree que deben quedarse en casa cuidando los hijos mientras el esposo sale a trabajar. Sin embargo, las cualidades que poseen las mujeres (entre ellas organización, perseverancia y sentido de si misma), las convierten en unas empresarias y emprendedoras para destacar.
Los hábitos de las mujeres con éxito en los negocios son:
-Tienen confianza: No importa cuál sea su trayectoria o experiencia, son confiadas de sus capacidades y de las metas que se han impuesto. Esto potencia la perseverancia, una de las mejores cualidades que se necesitan para los negocios. Es sin dudas una de las características en las empresarias más exitosas del mundo. La sociedad “enseña” a las niñas a ser humildes y recatadas y a los niños a ser confiados y extrovertidos. Es posible superar esto en el ambiente laboral y aprovechar algunos dones femeninos como es la intuición. Prestar atención al instinto es algo que los hombres no poseen.
-Analizan sus emociones: Es probable que los empleados masculinos molesten a las mujeres diciendo que son demasiado sentimentales, que lloran por todo, que no pueden aguantar sus arrebatos de irritabilidad en ciertos momentos de la vida, etc. Esto puede ser verdad en parte, porque el quid de la cuestión está en saber dominar lo que ocurre. Es preciso ser más racional para avanzar en el mundo de los negocios y no tomarlo todo como algo personal. Pensar antes de reaccionar, respirar antes de hablar o gritar son cambios sutiles que todas deberían tener en cuenta.
-Organizan y estructuran: Como se dijo antes, una de las virtudes de las mujeres en relación a los hombres es que tienen un mayor sentido de la organización y planificación. La estructura, la agenda y el orden son prioridad para las que buscan el éxito profesional. Sin embargo, esto no debe atormentar. El secreto está en escribir una lista de tareas, colocar un nivel de importancia y hacer una cosa a la vez (es cierto que las mujeres tienen la capacidad de hacer varias al mismo tiempo, pero es preciso ser eficaz y no eficiente). No ser impuntual y cumplir con los tiempos y encargos es sinónimo de confianza.
-Tienen más capacidad comunicativa: Ya sea hablando en una sala de conferencias, en una reunión, por teléfono o por correo electrónico. Las habilidades para comunicar son casi siempre un don femenino, incluso las que son más introvertidas. Demostrar que se confía en las palabras al hablar, que lo que se consiguió fue por esfuerzo e inteligencia, que el lugar fue ganado por capacidades, etc. Las que tienen tendencia a debilitarse al hablar o tienen vergüenza pueden armar por adelantado lo que deben decir o anotar algunos datos que pueden olvidarse.
-Mantienen su vida privada fuera del alcance: Las mujeres, hay que decirlo, suelen contar más sus problemas y alegrías a los demás que los hombres. En el ambiente laboral, la línea entre ser compañeros de trabajo y amigos es muy delgada y pueden confundirse las cosas. La oficina completa no tiene por qué saber si te has peleado con tu novio, discutiste con tu suegra o le gritaste a tu madre en la calle. Además, debes evitar el típico “está en esos días” tan molesto y habitual en los trabajos al decir que te sientes mal, te duele la cabeza o estás de mal humor (lamentablemente siempre lo relacionan a “eso”). Protege la vida personal para que no invada tu trabajo y para que los demás no puedan usarlo en tu contra. Evita cualquier problema que tenga relación a tu familia o amigos fuera de la oficina, para poder enfocarte en tus tareas y actividades profesionales. Tendrás tiempo para solucionar lo demás cuando llegues a tu casa.
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