Cuando una persona tiene una apreciación
de su propia persona, se siente mejor, más confiada
y segura y en sintonía con su interior
y con todo lo que le rodea.
Por otro lado, afrontar el mundo con una visión positiva hace
más fácil conseguir metas y objetivos.
A esta actitud los psicólogos la llaman la profecía del autocumplimiento.
Para entenderlo mejor, basta con un ejemplo ilustrativo.
Si un alumno con autoestima baja cree que no va superar
el curso, es más que probable que no lo consiga.
El motivo principal es que no hará todas las cosas necesarias
para superarlo: prepararse a fondo los exámenes, las tareas…