"ERES UNO DE ESOS PECADOS QUE NI YO MISMA ME LO PERDONO"
Eres mío cada vez que hacemos el amor y las otras tantas cuando te hago poesía... porque el cuerpo desnudo debería pertenecer a quien te desnude... ¡el alma! Eres uno de esos pecados que ni yo misma me perdono, porque, son infinitas las ganas ¡¡que te tengo!! Sedúceme el alma hasta el último rincón porque tú y yo tenemos unos cuantos ... orgasmos pendientes.
Mis labios te buscan en el silencio de la noche desnudándo el alma, la mente y el corazón... para bailar el más sensual poema de amor... eres uno de esos pecados que ni yo misma me perdono. Extraño lo que intentamos ser yo tu musa y tú mi poeta que besa mis labios con el más bello de los deseos... versar sobre tu piel y no en una hoja ¡de papel!