Tu piel es suave como los pétalos de las rosas,
un lienzo de terciopelo en el que el sol se posa.
En cada caricia, un susurro de amor, como la brisa que acaricia el clamor.
El brillo de tu piel, un reflejo del alba, es un canto de vida que nunca se acaba.
Las sombras se disipan, el mundo se enciende,
cada toque tuyo, mi corazón lo comprende.
En la fragancia del día, florece tu esencia,
una danza de luces, una dulce presencia.
Tus brazos son jardines donde el alma se asoma,
donde los sueños brotan, y la esperanza se toma.
Bajo la luna llena, tu piel resplandece, en el silencio de la noche de dos cuerpos ardientes dónde nuestro ser se estremece.
Cada estrella que brilla es un beso en tu piel, un universo de amores, un mágico laurel.
Eres la rosa que nunca se marchita, el eco de mis versos, la música infinita.
Tu piel, un poema que la vida despliega, como un río de flores que en mi pecho se niega.
Por siempre, en mi canto, serás la dulzura,
tu piel es suave, es pura ternura. en cada mirada, en cada latido, celebro tu belleza, mi amor querido.