Te diré lo que se siente,
porque yo ya estuve allí.
Yo sé lo que es llorar eternas madrugadas en silencio.
Más que no querer aceptar, no poder hacerlo. Yo sé lo que es rugir de dolor e impotencia.
Yo se lo que es dormirte cansado de pensar, de preguntarte una y otra vez, ¿por qué?
Se por lo que estás pasando, yo ya estuve allí.
Por eso sé que nada de lo que te digan sirve. Que es mentira que eres un guerrero, que en el fondo te sientes como un niño desprotegido.
Yo ya estuve allí y sentí como el alma se me partió en mil pedazos y por más que lo intenté nunca logré recogerlos.
Yo ya estuve allí, ya maldije, ya grité, me di de golpes contra la pared.
Pero sabes, nada es para siempre, no me mató y hoy estoy aquí.