Tengo ganas de invitarte
una copa de vino,
pero tengo miedo de que
se nos termine y no alcances
a darte cuenta que el vino...
es lo de menos.
Porque...
tú y yo nos gastaríamos el
amor de toda una vida en
una sola noche si el destino
nos vuelve a unir con la tibia
brisa del amor.
Y es que el perfume floral de
tus palabras... es quien amaga
mis labios en los tuyos
y las ganas de intercambiar
el alma entre sábanas mojadas,
con besos y caricias hablando
de amor.
¡Tú y yo, solos!
porque hay sentimientos,
que no pueden explicarse
solamente con palabras
que alborotan los sentidos
¡Piénsalo!