Una Navidad con los que ya no están. Poema dedicado a los seres queridos en el cielo En esta noche fría y llena de luz, los recuerdos de los que se fueron, resuenan, como un susurro suave del viento, cerca, muy cerca, en el alma, se quedan. Las estrellas brillan más que nunca, como los ojos que ya no pueden ver, pero en cada destello se siente su abrazo, como un cálido amor que nunca se fue. La mesa está puesta, la familia se reúne, y aunque tus sillas están vacías, tu risa se escucha en el eco del viento, y tu amor nos guía en nuestras melodías. Hoy, en Navidad, te recordamos, en cada gesto y en cada oración, sabemos que en el cielo, entre las estrellas, estás celebrando con nosotros, en nuestro corazón. Y aunque no podamos ver tu rostro, tu presencia se siente en el aire, como una luz que nunca se apaga, como un amor que nunca muere, nunca se hace aire. Esta Navidad, te llevamos con nosotros, en la memoria, en el alma, en el ser, y en cada paso que demos en la vida, tu espíritu será nuestra guía, nuestro renacer. Te amamos siempre, hoy y por siempre, y aunque estés en el cielo, nunca nos dejarás, porque en cada Navidad, en cada rincón, tu amor nos acompaña, y nunca se irá.
Cesar Pinto Muñoz
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