Eres el fuego que arde en mis venas,
la llama que consume mi ser.
Cada mirada tuya me enciende,
y en tus brazos quiero perecer.
Tu piel tan cerca, me llama en susurros,
mientras mi cuerpo se estremece al pensarte,
soy prisionera de tu ser y tus murmullos,
un deseo profundo que no puedo acallarte.
Tu aroma es un veneno dulce, embriagante,
que recorre mis pensamientos sin cesar,
y cada beso tuyo es un fuego vibrante
que quema mis labios, que me hace soñar.
Contigo quiero perderme, sin reservas,
ser tuya sin medida, sin temor,
cada caricia es un pacto sin promesas,
una entrega total, sin ningún pudor.
Eres el amor que me consume por dentro,
el deseo sin límites, sin fin,
y en cada beso mi alma te ofrezco en el viento,
porque sólo en ti, mi amor, yo hallo mi confín.