A veces solo quisiera que estés aquí,
para sentir tus besos, dulces como el mar.
Tus manos recorriendo mi cuerpo.
Como lo hacías antes, sin dejar de amar.
Esas caricias que el tiempo borró.
Esas risas que se esfumaron sin piedad.
Quisiera devolverlos, aunque no se pueda.
Siento en mi pecho una eterna ansiedad.
Mi alma te extraña, mi cuerpo te llama.
Las noches son largas sin tu calor.
Pero aún guardo la esperanza en la palma.
De que volverás, mi eterno amor.
Ven, que te espero en el rincón de mi ser.
Donde aún susurran tus promesas al viento,
Sé que el tiempo no puede deshacer.
Lo que juntos tejimos en un bello momento.
Que tu sombra regrese a mi vida.
Que mis sueños se llenen de ti.
A veces solo quisiera que estés aquí,
Para no perderme en este abismo sin fin.