MUJER...
Mujer, de líneas casi perfectas, trazadas
en el lienzo de tu cuerpo
Hacen arder mis dedos, cuando recorren tu contorno,
sentir tu piel suave, delicada como pétalo de rosa cultivada.
Cada vez q me acerco a ti, el sentir tu aroma de dulce jazmín,
me enciendes, haciendo q en mi cuerpo recorra
un rio de lava, que presiona por salir y consumir
todo alrededor
Al ver mi desesperación, por el fuego q me consume,
acercas tus labios, húmedos y carnosos, en un intento
por apaciguar ese fuego, pero haces q me encienda mas,
mi instinto hace que te apriete a mi cuerpo en llamas,
y tu comienzas a encenderte, como antorcha.
Comienzas a arder, lentamente, tu corazón se acelera, confundiendo sus latidos con los mios.
Nuestros corazones, palpitan sin freno,
como el motor del tren sobrecargado de calor,
que su unica forma de detenerse, es correr sin frenos,
por los rieles del deseo y la lujuria.
La ropa nos sofoca, el ardor del fuego nos desnuda,
el fuego nos consume, como antorchas,
alimentadas por ese rio de lava.
Cuerpos desnudos q caen como hojas,
al suelo que se entremezclan, acariciándose,
besándose, consumiéndose mutuamente,
en ese fuego de pasión.
Con las manos encendidas, recorreremos los cuerpos,
que están como carbón encendido,
fundiéndonos en un solo cuerpo, convirtiéndonos
en una sola carne, una sola alma.
Un gemir, un temblor, un chorro de lava ardiendo,
nos dice que la fusion se a hecho, ya no somos dos, somos uno, una sola alma....
Dos cuerpos sudorosos, con las llamas encendidas,
de dos almas que se se unieron...
que desen unir otra vez sus ríos de lava
que recorrer por las venas impulsado por ese corazón
de dos enamorados.
De dos almas gemelas,
de dos ángeles que encontraron sus alas.
J. Cano
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