Este ciudadano merece nuestros aplausos.
Odilon de Oliveira, de 56 años, extiende la colchoneta en el piso frío de la sala, tira el cobertor y se prepara para dormir allí exactamente, en el suelo, bajo la vigilancia de siete agentes federales fuertemente armados.
Oliveira es el juez federal en Punta Porí, ciudad de Mato Grosso del sur en la frontera de Brasil con Paraguay .
Amenazando de muerte por el crimen organizado, está viviendo en el tribunal de la ciudad. El sale solamente cuando es extremadamente es necesario, bajo fuerte protección.
En un año, el juez condenó a 114 traficantes a penas que suman 919 años y 6 meses ,y confiscó sus bienes.
Como a los que él pusiera detrás de las rejas, él perdió la libertad. " La única diferencia es que tengo la llave de la mi prisión."
Distribuidores autorizados brasileños que actúan en Paraguay pagarán US$ 300 mil p ora verlo muerto. Desde junio del año pasado, cuando el juez asumió el puesto de Punta Porí, la puerta de la entrada de la cocaína y la marihuana distribuida en gran parte del país, las organizaciones criminales han disminuido. En los últimos 12 meses, fue la autoridad que condenó más a distribuidores en el país. Oliveira además confiscó 12 granjas, en un total de 12.832 hectáreas, 3 mansiones - una, en Punta Porí, evaluada en R$ 5.8 millones con 3 apartamentos, 3 casas, estacionamiento para diez de vehículos y 3 aeroplanos, todo comprado con el dinero de las drogas.
Por medio de cartas anónimas y teléfonos interceptados a los presos, Oliveira supo que quieren comprar su muerte. Oliveira dijo "Los agentes habían descubierto planes para matarme, inicialmente con la oferta de US$100 mil. " En el día 26 de junio, el periódico paraguayo Nación informó que la petición de muerte del Juez en el mercado del crimen había subido para US$ 300 mil. ' Soy revalorizado', dijo..
El recibió un coche con el protector para los tiros de aro AR-15 y comenzó a caminar escoltado.
Para preservar a la familia, él se cambió para un cuarto del ejército y después para un hotel. Hace dos semanas, decidió transformar el edificio del Tribunal federal en casa. ' En el hotel, el acompañamiento llamó mucho la atención y significó gasto para el país. " Es el único caso de juez que vive confinado en el Brasil.
La oficina de trabajo de Oliveira se transforma en sitio de dormir. En el armario de madera, antes abarrotado de procesos, ahora se guarda la colchoneta, la ropa de la cama y los efectos personales. En el cuarto de baño privado se instaló una ducha. La familia - la mujer, el hijo y dos niños, que se iban a trasladar a Punta Pora, tuvieron que continuar en Campo grande. El juez solamente va para la casa a cada 15 días, con seguridad.
Oliveira tuvo que abandonar los restaurantes y almuerza comida comprada en lugares estratégicos que le llevan en una marmita, porque ya amenazaron al juez de envenenamiento. Cena de la misma forma. Entre un proceso y otro, toma un jugo o come una fruta. No me arriesgo para salir a la calle."
Una sala de tribunal se transformó en dormitorio, con tres sillones y televisores. Cuando el juez necesita cortarse el pelo, se viste con chaleco a prueba de balas con acompañamiento. ' Aquí tengo un año y ni conozco la ciudad.'
En el pasado un día que hacía compras, fue seguido p or un traficante. Los agentes tuvieron que intervine. Está acostumbrado a acostarse temprano y levantarse al amanecer, llega el tiempo del trabajo.
De su ' bunker' , asistido por los empleados que trabajan hasta altas horas de la noche, va a pagar su condena.
Como a los que condenó a 26 años y 4 meses de la reclusión, más un bien raiz de 285 R$ mil fue confisca do por R$ 2.4 millones, más allá de la pérdida de dos granjas, de dos t erreno y de todo el ganado. Condeno a Carlos Pavío Espíndola a 10 años de detención y de multa de R$ 28.6 mil. Los hermanos, condenados respectivamente a 21 años de reclusión y multa de R$78,5 millonesl y 16 años de reclusión, más multa de R$56 mil, la perdid a de tres granjas. A Carlos Alberto DA le dió 11 años de multa de R$82,3 mil y perdió R$ 733 mil, mas terrenos y 1 camioneta pickup. Brandío que recibió 27 años, más multa de R$ 272 mil, y confiscó 875 R$ mil y una granja.
Doce reos fueron estraditados de a pedido del Juez, el rey de la soya del país vecino, Odacir Antonio Dametto, e Sandro Mendonça do Nascimento, brazo derecho del traficante Luiz Fernando da Costa, o Fernandinho Beira-Mar. "Las autoridades paraguayas empezaron a colaborar porque estan viendo que los criminales son condenados.
El Juez nos e intimida con las amenazas y no se rinde a los pedodos de la familia que lo ven sobre un polvorín.
El es titular de un Juzgado en Campo Grande y podría ser transferido, pero mas allá del deber profesional de enfrentar el narcotráfico "Quienes están detrás son las sociedades de los grandes traficantes. No puedo ignorar eso y apresar solo a los pequeños traficantes a cambio de dormir tranquilo e andar seguro"
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