Te ensalzaré, oh Señor,
porque me has alzado,
y no permitiste que mis enemigos triunfaran sobre mí.
Oh Señor Dios mío, a ti clamé,
y tú me sanaste.
Oh Señor, me sacaste del abismo;
me hiciste revivir, para que no descendiese a la sepultura.
Canten al Señor, ustedes sus fieles,
y celebren su santo Nombre;
Porque sólo un momento dura su ira,
pero su favor toda la vida.
Aunque al anochecer nos visite el llanto,
en la mañana vendrá la alegría.
Dije yo en mi comodidad,
"No seré jamás conmovido;
tú, oh Señor, con tu favor
me afirmaste como monte fuerte".
Luego escondiste tu rostro,
y fui muy turbado.
A ti, oh Señor, clamé,
y a mi Soberano supliqué, diciendo:
"¿Qué provecho hay en mi muerte,
cuando yo descienda a la fosa?
¿Te alabará el polvo? ¿Anunciará tu fidelidad?
Escucha, oh Señor, y ten misericordia de mí;
oh Señor sé tú mi ayudador."
Has cambiado mi lamento en danzas;
me has quitado el luto, y me has vestido de fiesta.
Por tanto a ti canta mi corazón, y no llora más;
oh Señor Dios mío, te daré gracias para siempre.