¡Atención!: Usa estas sugerencias como modelo, y no como
una fórmula a repetir como loro. Haz de cuenta que son el molde
de una torta: dan la forma, pero los ingredientes para
darle sabor debes agregarlos tú…
Sin necesidad de usar una frase, puedes iniciar simplemente una
conversación hablando de la misma forma en que lo harías con
cualquiera. Un tema fácil con el cual empezar es sobre
el porqué están los dos en ese mismo lugar.
Observa el entorno para encontrar temas de conversación:
- Si estas en una fiesta, habla sobre cómo conoces a las personas
que te invitaron. ¿Te invitó a ti la misma persona?
- Si estas en un club, podrías conversar sobre por qué a la
gente le gusta ir allí. ¿Qué es lo que hace a ese lugar tan bueno?
- Si estas en una librería, habla sobre tus libros favoritos.
¿Cuáles son los últimos libros que más te han gustando?
- Si estas coqueteando en la góndola de un supermercado,
no seas tímido en hacer uso de una sutil insinuación.
¿Quizás él o ella piensa que los tomates están maduros?
Dondequiera que estés, habla sobre las personas,
los lugares, o las cosas a tu alrededor. Es una manera
un poco más específica de preguntar: "¿Qué es lo que está
haciendo una persona como tú en un lugar como éste?
Una vez que hayas roto el hielo, trata de hacer la conversación
un poco más sugestiva.
Trata de develar algunas cosas sobre ti e indagar
(¡con tacto!) algunas cosas básicas sobre tu nueva y
potencial pareja. Escucha atentamente y haz preguntas de
forma continua (pero sin cansar) para mantener el ritmo
de la conversación.
Si los dos hacen una –potencial- buena pareja,
la conversación probablemente fluirá naturalmente.
(de la red)
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