Buenos días Señor…

un nuevo día es hoy y

se ilumina mi cuarto de alegría

Acércate que abrazos te daré…

Se que te desvelaste creando en mi,

los sueños mas bellos…

¿Pero dime acaso lo que vi fue un sueño?

— Yo venia de lo mas lejos

descalza y con los pies cansados…

Mi vestido no era muy blanco, parecía: sucio, roto y desgastado.

Empezaba a llorar con aquel sentimiento que no podía parar…

Miraba hacia atrás y no quería volver.

Veía mis huellas con sangre pérdidas en el andar…

Seguía caminando por ese camino

Que poco ha poco conocido me pareció…

Y me pregunte ¿acaso he pasado por aquí?

En verdad señor conocido me pareció….

Pero algo raro pasaba en mí,

mis pies dejaban de sangrar y el dolor se fue,

pude así apresurar mi paso y caminar con más prisa…

Alce la mirada en aquel cielo tan azul

y con mis brazos queriéndolo alcanzar…

Empecé a dar vueltas como niña con tanta felicidad

y al momento me di cuenta que podía correr…