Uno duerme en la paz de Dios cuando piensa y ora por sus enemigos o por aquellos que nos han ofendido o herido por los desamparados, enfermos, por los angustiados los jovenes que han caido en pandillas, drogas o alcoholismo por los que están presos, y los libres que andan en las calles presos de sus delitos y pecados. No te duermas sin haber orado por los que no tienen casa, las viudas, los huerfanos. y tendras una buena noche en los brazos de Cristo Jesús!
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